domingo, 29 de diciembre de 2013

En paralelo

Kirchner
El poder de no poder materializar esa sombra es una cobardía que se me fue dada hace mucho. Hacer carne un miedo es algo muy arriesgado. Aunque he buscado abismos y encontrado varios, nunca me atreví a cortar raíces. Sin embargo, ahora la luz sale de mí, aunque aun conserve parte de mí en la oscuridad. Me encuentro entre el silencio y el desenfreno. Me pierdo entre un suspiro y un beso de su boca. Entre nubes reconozco tu voz en mi cabeza. Respondo a tu llamado como un vasallo. Entre contradicciones diarias vivimos un idilio de amor. Vivir con electricidad y en nuestra exposición a ella. El latir de la utopía en la utopía. Todo en su lugar en su perfecto lugar. Lunares y estrellas entre yo y ella. Mi pobre subconsciente trabaja el doble cosechando estructuras, desordenando recuerdos. 

Divagando

El latir de la utopía en la utopía. Todo en su lugar en su perfecto lugar. Lunares y estrellas entre yo y ella. La lentitud de mi conciente nunca termina de sorprenderme. Mi pobre subconscientre trabaja el doble y este lo disfruta. Todo depende de su aleatoridad,sus puertas desordenadas y oscuras. Puertas que aun en su ausencia siguen abiertas. Razón por la cual, en mis sueños se devela el deseo de poseerla y hacerla materia en mi cama. Mientras 1ue en la vigilia la pienso, de madrugada, cuando solo esta su recuerdo y las botellasde libido vacias, desde que no esta.

martes, 24 de diciembre de 2013

Melancolía


Mis manos acariciando la arena. Tu mirada a lo lejos incitándome. Incitándome a dejar mis ataduras en el mar. Pero llevo tanto, tantas raíces amarradas a mis pies. Tantas cosas que marcan mis pasos, sin yo tener más remedio que bajar la cabeza y cargas con las culpas. A veces, pienso que solo escribo para sacar de mis vísceras aquello que se pudre en mi interior. Aquellas dudas, dudas que rompen en mi cabeza todo el tiempo. Quizá, aquellas sombras solo son un simbolismo, un signo de alerta. Quizá, esa necesidad de cortar de mi mano un dedo que no le sobra, es solo la manera en que mi subconsciente me habla, y me dice que me siento incompleta, que me siento pérdida, o quizá que algo me sobra. Quizá solo hay algo roto, que aun se puede reparar, o quizá solo consiento esa herida fundamental para tener de que alimentar mis escritos. Quizá es como dice mi alter ego, solo te amarras al dolor porque esa es la única manera en que te sientes segura. Quizá es así. Quizá el dolor es lo único constante en mi vida, y por ello me amarro a el, como una niña con miedo a la pierna de su padre. Quizá, mi padre tiene mucho que ver en esto, quizá  no solo herede su misantropía. Quizá no solo herede esa sonrisa falsa, quizá no solo soy la chica de ojos tristes. Quizá en el fondo de mi alma no solo haya oscuridad, quizá soy un ser de luz que aun no encuentra la manera de salir del armario. Quizá no quiero salir del armario. Tal vez me siento segura en la cueva, quizá la soledad me atrae, quizá solo le tengo miedo a encontrarme a mi misma. Quizá, solo deseo unir mis mitades, pero puede que la oscuridad sea el único lugar común entre Nicolás y yo. Quizá ya no existe Nïcolás. Quizá lo empuje al vacío, quizá solo siento su perdida, quizá ha muerto, como dios. Quizá en mi no hay fe, quizá en mi no hay nada. Quizá, solo soy la nada que escribe oraciones sueltas y contradictorias. Quizá, no hay quizá. 


lunes, 23 de diciembre de 2013

mis madrugaditas

El tiempo pasa. Mi garganta se cierra y se hace de noche. Pasadas las dos de la mañana, elevada por un recuerdo te pienso entre nubes. Una pintura me recuerda que la luz al final de tu camino está en tu mirada. Que prefiero morir a abandonar en aquella vieja útopia el sueño de vivir a tu lado. Pues yo, a pesar de sentir que camino sobre arena movedisa,  prefiero vivir a tientas a no vivir en absoluto. Sabes, cielo, que a tu lado las palabras se hacen polvo, que me dejas expuesta a la tristeza, pero me regalas felicidad. Amor, mis noches son largas y tu imagen mi único refugio. La brisa fría amenaza con cerrar mis ojos, pero mis dedos frenéticos escriben lo que no entienden, lo que no saben, pero sospechan. Sospechan que te extraño, que deseo escribirte hasta caer rendida en el más profundo sueño jamás vivido por un ser en toda la historia del universo. Soñar, por ejemplo,  que te amarro con mis brazos y que mis labios presionan los tuyos. Una y otra vez, el amor deja huellas, aunque espera que no se le considere una casualidad o el nacimiento material de un deseo.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Entre instantes

Es hora de escribir un poco. Mis dedos han estado entre telarañas estos días, pero estoy de vuelta. Limpia por las aguas del mar feroz que nos acompaña este diciembre. Limpia por el viento que recorre la montaña de arriba a abajo. Limpia por las lagrimas que cayeron en los brazos del ser más hermoso del mundo. Limpia por aquellos instantes enérgicos, pero a la vez tristes que me acompañaron en el viaje de subir hasta la cima. En la cima, deje mi dolor enterrado, al lado de una fogata que amenazaba con apagarse en cada respiro del cielo. Por ese corto instante, me transformé en un siervo con mi mirada y recorrí cada matorral que ya no amenazaba con asustarme. Entre otros instantes, mi palabra se hizo pupila de mis pasos y jamás volvieron a estar sueltas. Ahora, caminan con cautela, se plasman donde deben, se viven donde se sienten. Al ritmo de 'Les Retrouvailles' se precipitaron a enterrarse en esta entrada o salida. Y así, poco a poco, el hito melancólico se hace sombra y la desazón pierde fuerza.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Miércoles.

Inspirada en la canción Sleeping At Last - Turning Page, se me vino a la cabeza un recuerdo. Mientras que de mis ojos nacían pequeñas gotas de agua de sal. 




Y allí estábamos. Un parque casi solitario, el inmenso cielo con sus millones de estrellas y la majestuosa luna de testigo. Nuestras manos atadas, mis ojos perplejos ante su belleza. Besos suaves que adormecían y besos especiales. Esos besos especiales son indefinibles, a veces son rápidos, otras veces no puedes ni recordar a que velocidad iban, pero es de esos que te llevan a otro mundo. Yo con ella me la pasaba en otro mundo. Ella tenía poderes sobre mí. Ella, ella podía hacer que mis labios temblasen siempre que sus cautivadores ojos se posaban sobre ellos. No importaba el lugar ni la ocasión. Una sola mirada de ella hacía temblar mis rodillas. Tiene sus encantos. Ella es más que mi musa. Por eso, ante el universo prometí mil y una cosas que no dije en voz alta. Ni la luna sabe todo lo que pensé en esas fracciones de segundo en que olvide hasta mi nombre. Por supuesto que el universo decía sí a nuestra causa. Aunque a veces me pierdo entre una cosa y otra, su imagen siempre estaba conmigo. Yo iba volando muy, muy, muy alto. Su voz me elevaba. Sus besos extrapolaron mi ser a un universo donde solo existíamos ella y yo. Porque por ese momento, solo existíamos ella y yo. 

Cuando se aferraba a mí, yo era feliz. 

Vuelo rápido

Era de noche. Sus gritos golpeaban fuerte, sus palabras herían y yo resistía sin ni siquiera parpadear. Discutíamos como de costumbre. Llegué a un punto de poder abstraerme en totalidad.  Mi alma vagaba por el pasado, por la belleza de su sonrisa, su mirada déspota, sus mil formas infantiles de decirme te quiero.  Después esa sensación venía a mí, las ganas de callarla. Empiezo a sentir sed, y lamento haber rechazado el vodka toda la noche, mi respiración se vuelve pesada, mis parpados bajan un poco, mis ojos hacen que ella baje su mirada. Muerde sus labios, ríe. Pongo mi mano entre sus piernas, y una voz aguda sale desde sus entrañas. En el medio de la nada, empezamos a besarnos con frenesí. Sus manos desesperadas me acarician, mientras beso su cuello. Nos quitamos la ropa a la velocidad que demandan dos cuerpos que se desean con cada átomo. Me muevo sobre ella, cierra sus ojos, muerde sus labios, los míos. Su respiración se agita y tiembla por dentro. En una va y ven, se viene, me vengo, nos vamos. Recoge sus cosas y yo las mías, y como si nada hubiera pasado sonreímos, me dice que me ama y asunto olvidado. Tantas palabras sueltas, para olvidar todo en un apasionado encuentro de cuerpos. Eros recibiría un nobel de paz, si en su nombre no se perpetuaran tantos asesinatos.Y ahora, los días suelen cambiar con tal velocidad, hoy eres tú, mañana seré yo, pronto será el mundo. Tomo una copa de vino en tu nombre, y la sombra de una niña intenta morderme. 

Más allá del bien y del mal.

La vi sentada en la esquina de mi casa. Llevaba un libro en las manos. La maquina del tiempo de H. G. Wells. Sus manos blancas y delicadas parecían acariciar el libro. Sus ojos se movían de un lado a otro. Casi podía sentir su voz leyendo. Su voz taladraba en mi cabeza, mientras caminaba con pasos cortos y silenciosos  hasta llegar a su lado. Su mirada se posó en la mía. Mi corazón latía tan rápido que parecía que no latía. Sus mejillas se tornaron muy rosadas, mientras que las mías ardían. No tuve tiempo de pensar en las consecuencias. Mis labios ya presionaban los de ella, en solo un abrir y cerrar de ojos. La noche y su silencio, nos abrazaron con fuerza. Mientras mis brazos la aprisionaban a mi pecho. De sangre fría y de mente caliente. Que mala combinación. La llevé a dentro, donde nadie pudiera vernos. Lentamente fui despojándola de sus vestiduras. Nuestros cuerpos insaciados fluctuaban con velocidad. Mis uñas se enterraban en su espalda. Sus dientes presionaban mis hombros. Sudor. estupor y sed. Sonidos electrónicos de fondo. Sus labios me dejaban sedienta y sin aliento. Ella satisfazo mis necesidades de adentro hacía fuera. Si el amor no estaba en nuestra puerta ahora, nunca vendría. La majestuosidad de su cuerpo no era nada comparado con la de su alma caliente. La desazón  se difumino en nuestros ojos al recordar que nada es para siempre. 

Reencarnación.

Las balas rompen contra mi cuerpo y se siente como si mis ojos se abrieran por primera vez en mucho tiempo. Tres balas fueron necesarias para tumbarme al piso. Mis ojos miraban sus ojos, mi luz se iba apagando. Un último suspiro nació desde lo más profundo de mi alma. En cuestiones de segundos, una fotografía tras otra se proyectaba en el inmenso cielo que nos arropaba. Sus labios enmudecidos me veían caer, sus manos sudaban, su corazón se agitaba a la par del mio perdiendo sus latidos. Un dolor punzante me robaba el aliento. Se me iba la vida. A nuestro alrededor no había nada, y había todo. En ese instante que fue casi eterno, perdimos el camino. No pude musitar palabra alguna. No hubo últimas palabras. Así de sencilla fue mi muerte. Así no más se me fue arrebatado el destello de mis mirada. Pero yo como alma vieja, reencarne en un ruiseñor. La belleza del mundo estaba ante mis ojos. Un vuelo alto definía mi destino. Y esta vez canté y canté, ya nadie me podría parar. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

La linda historia de las olas contra una piedra

Las olas sin importar la onda, todas rompen igual contra la piedra. Una y otra vez. El va y ven del mar y su infinita grandeza, rompen contra la piedra. Pobre piedra. Eleanor Roosevelt escribió "Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento", así que la piedra se armó de valor y esperó con fuerza la siguiente ola, y la siguiente, y así por el resto de sus días. Es cierto, la piedra se enamoró del mar, sin importar que sus olas se llevarán un poco de ella en cada golpe. El amor es el mar. El mar es infinito, así también lo es el amor. No importa que suframos en cada golpe, en cada mirada, en cada beso robado, en cada caricia no dada. Si al final, por ese instante el amor es nuestro. Aunque luego se nos escape como la ola. Qué importa si duele, mientras la majestuosidad del mar arrope a la piedra, la piedra estará viva. Viva como el mar y como el amor. Viva como el sol que se refleja en ese azul infinito. Qué más da la eternidad del sufrimiento, mientras así de eterno sean los nuevos comienzos. Bendita piedra, benditas olas, bendito mar que a mis noches da vida. Bendita vida, benditas ganas de ser mar, aunque ahora solo sea esa piedra que espera las olas. 

Taking pictures of you

Mi mente vaga por todos los mitos de este universo. La paloma blanca ha vuelto en mi ventana. Ha venido con otra paloma mucho más pequeña y delgada. Como en mi historia Nico encontró en la irrealidad de una pintura un nuevo amigo que lo ayudaría a crecer como el árbol que cantaba la iguana tomaba café, para después poder partir como un niño grande a los brazos de su madre. Quizá la paloma se cansó de volar sola, o esta como yo, a veces, sola, pero acompañada. Es fortuito pensar, quizá, que en la noche no hay sombras que suelen jugar bromas, mientras las luciérnagas escasas no se ven. Pero, no es descabellado presumir que mis ojos te elevan en cada nuevo amanecer, cuando te pienso, cuando te siento, cuando te veo aunque estés lejos. Ahora, mientras estás más lejos que nunca, mi corazón te respira. Te respiro en cada intento de estremecerme entre tus palabras. Y así me voy al recuerdo de una estrella iluminando tus labios, tu suave piel, tu vestido de flores, los besos de los que fue testigo el universo, un para siempre ahogado en un te amo, las ganas de noche eterna entre tus brazos. 
La verdad amor es que si te pienso con fuerza puedo sentirte a mi lado, con tu sonrisa de nunca acabar, con tu energía que hace un mundo suspirar.



Do you remember me taking pictures of you?

martes, 26 de noviembre de 2013

Por amor a vos.


Amor no hay metáforas que puedan expresar lo que yo quiero escribir para ti. No hay fronteras para el amor que quiero volver versos, ni para tu mirada que me hace sentir que mi espíritu es tu universo. Quiero acariciar tu cuerpo con flores, y llenar tu rostro de colores. Porque para nuestro amor no hay pausas ni métrica, solo hay ritmo y noches de luna llena. 
Decir que te amo no es suficiente, no hay palabra que limite lo que siento. Mi amor por ti, es una alegoría de la perfección de dos almas que al encontrarse han conectado como seres ancestrales. Porque mi amor por ti es un axioma, que no necesita pruebas, sino continuidad de la idea. La idea de amarte hasta que en la noche ya no existan la luna ni las estrellas. La idea de hacerte mía en cada imagen, en cada palabra enmudecida, en cada beso, con cada caricia. Mirar tus ojos es como mirar al cielo, pues encuentro paz y un nuevo comienzo. Porque a tu lado todo es poesía, certezas y felicidad infinita. 

jueves, 21 de noviembre de 2013

En el crepúsculo

Ayer caminando pensé en las hojas que caen y nunca llegan al suelo. Esas que navegan en una brisa viajera. Pienso en esas que fluctúan en el limbo, que nunca aterrizan. Pienso en ti y me siento esa hoja seca que nunca cae. Alzo la vista al cielo, inhalo, te pienso, exhalo. Así durante infinitos segundos al día mientras recorro mis pasos. La bendición de encontrarte es mi cruz y estrella, ese símbolo buda plasmado en mis entrañas. 
Ahora pienso en el afán de definirte con mis palabras. En las ansias de encontrarte en un verso y enterrarte en una novela. En el desasosiego de embriagarme en la yuxtaposición de tu ser y el mío. En la candidez de tu sonrisa, y en la oscuridad que hay tras ella. En las avidez de ser la imagen que te consuele en las noches de soledad. 
Porque al final mis vuelos se deben a la conciencia de tu alegoría en mi cabeza. A las insaciadas ganas de compartir en signos mi desvelo. Sin darme cuenta entre un suspiro y otro, mi subconciente hace una pesquisa de nuestros recuerdos y mis latidos se excitan. 

Mi adelfa  cuánto me dueles. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

La riqueza de las dos versiones cinematográficas del libro Let the right one in de John Ajvide.

Let the right one in
Para empezar, “Let me in” o “Let the right in” es un libro escrito por John Ajvide en el año 2004. Una novela vampírica, de cuatrocientas dieciséis páginas, relativamente extensa, pero fluida y fácil de leer. De este libro existen dos películas. La primera es “Let the right one in”, película sueca dirigida por Tomas Alfredson en el año 2008, y la segunda “Let me in”, un remake dirigido por Matt Reeves en el año 2010.
Por supuesto que existen marcadas diferencias entre el libro y las dos películas. Por obvias razones el libro es más detallado. Pero además de esto, entre las películas también existen otro tipo de diferencias no solo espaciales, sino también de ritmo. En el sentido de que la versión sueca es un poco más sobria y menos cargada de efectos de sonidos que sugieren el tipo de emoción que, se supone, se debe sentir en el momento. 

Let me in
Por otro lado, en la versión americana, no se manejan los mismos nombres que en la versión sueca. Además que las locaciones, por ser diferentes necesitaron de otro tipo de iluminación, cambiando así el estilo de la fotografía. Del mismo modo los efectos utilizados en la versión americana son mucho menos naturales. Pues el director decidió ser mucho más digital, por así decirlo, con varias escenas. 

Otro ejemplo diferenciador, es que en la versión sueca la chica vampiro (interpretada por Kare Hedebrant) de doce años de edad es mucho más escalofriante en la versión sueca, por lo menos físicamente. Porque en el caso de la versión americana Abby (la misma chica vampiro de 12 años, pero con otro nombre, interpretada por Chloë Moretz) es mucho más “tierna”, no se le nota, tanto, su escalofriante realidad. Análogamente, también cambiaron el nombre de Oskar, interpretado en la versión sueca por Kare Hedebrant, el protagonista, por el de Owen quien es interpretado en la versión americana por Jodismit Mcphee. Recurso utilizado para marcar un poco más la diferencia, aunque personalmente creo que no era necesario. Porque aunque no cambiaron mucho la trama, y aunque no incluyeron muchas escenas del libro, ya la película en ritmo y en recursos ya es diferente. Es claro que la intención de Matt Reeves no era copiar la versión original, sino por el contrario tomar ciertos detalles muy importantes de la “versión” de Tomas Alfredson, y a parte incluir ciertos detalles del libro que en su concepto eran necesarios, y que además no causaban un desequilibrio en la trama. 

Por otra parte, en ninguna de las dos películas se toca el tema de la pederastia. A pesar de que en el libro el tema es bastante explícito con la relación de Eli y Håkan. Donde Håkan, era un profesor que fue despedido por haberse encontrado en su poder pornografía infantil. Él era quien “cuidaba” de ella. En el sentido de que el buscaba sangre para ella, y además hacía todo por no levantar sospechas. No obstante aunque en ninguna de las películas se incluye esta temática, en el caso de la película sueca si se sugiere. Una muestra de esto es la parte donde el siente celos al ver a Eli con Oskar y cuando más tarde le pide que no lo vea, por lo menos por una noche. 

En otro orden de ideas, tanto el libro como las películas son interesantes, porque a pesar de ser del género de terror, también tiene otras temáticas. Como es el amor entre Oskar y Eli (En el caso de la versión americana: Owen y Abby). Además de incluir unos temas tan importantes y controversiales como lo es el acoso escolar, la pederastia, el instinto asesino producto del acoso escolar y hasta la misma temática vampírica.


Drácula a través del tiempo

Para empezar, Drácula es la combinación de mitos y realidades de la edad media. El resultado del desconocimiento de algunas enfermedades y de la realidad de un conde despiadado que empalaba gente alrededor de su castillo, también conocido como Vlad Tepes, Vlad Draculea y o Vlad el empalador. Pero fue hasta 1897 que el escritor, Bram Stoker, publicó la historia del conde, obviamente con algunas variaciones.
En 1922 apareció la primera película, Nosferatu, dirigida por F. W. Murnau. Aquí se representaba al vampiro como un ser repugnante, monstruoso, una criatura abominable y para nada atractiva. Hasta nueve años después, vuelve el conde al cine; Drácula (1931). Está película, dirigida por Tod Browning, la primera sonora del conde, fue grabada en dos idiomas (Español e inglés) al tiempo. En estas películas la representación de Drácula ya era distinta. Sin embargo, seguían las mismas limitaciones de la época, la sexualidad era reprimida, entonces representar una mordida de vampiro en el cuello era algo totalmente impensable. Además las actuaciones eran exageradas, como en el teatro. 
Por otro lado, no sólo existen diferencias físicas entre un Drácula y otro, sino que también existen diferencias en la forma en que han abordado el tema. En unas Drácula no solo es el villano, sino que también se dramatiza como la víctima de las circunstancias. En un principio ninguna película explicaba cómo el conde había llegado a convertirse en un monstruo. Claro que esto responde también a que sólo una película ha sido la física representación del libro. Por otro lado, también se debe a los imaginarios que emparentan la fealdad física con la maldad. Además de ser un recurso para asustar al público, y en otras para ridiculizar al conde. De todas formas, si hay algo notable en las películas es que a través del tiempo la época ha definido las pautas, la escenografía, los vestidos, la luz, y las cualidades de los personajes. Pues Drácula en todas sus adaptaciones es una fiel muestra de las costumbres, valores y limitaciones de su propio tiempo. 
Esto cambia en el año 1992, con la adaptación más fiel del libro, Drácula. En esta adaptación señalan desde el principio el origen del monstruo, algo que logró que existiera una especie de compasión por él y que se llegara a justificar, de cierta forma, su proceder. Al fin de cuentas, nada hubiera pasado si él no se ve en la situación de encontrar después de la guerra que su amada se ha suicidado por haberlo creído muerto. Lo que es notablemente el detonante de la furia y de su posterior venganza. Otra cosa notable en esta película es que ya se marcan los paradigmas sexuales alrededor de un vampiro. Cuando el conde va a buscar a Mina, la reencarnación de su amada, se representa como un ser atractivo y bastante sexual. Por otro lado, si hay algo característico en esta adaptación es la erotización del dolor. Durante toda la película siempre que Drácula mordía a una chica, está sentía placer, ya el placer y el dolor son representados como parientes cercanos. Algo propio de los años noventa, pues ya no existían limitaciones morales que frustraran aquella representación sexual de Tánatos y Eros. 
En conclusión, todas las adaptaciones están limitadas por las circunstancias de una época, no sólo por lo que se considera o no moral, sino también por lo que cada época demanda. En el sentido de que estamos en una era mucho más abierta sexualmente, por lo tanto se hace posible así caracterizar al conde y su historia.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Carta de un pingüino.

En una mañana en que el sol calentaba más que de costumbre. Ese día en que nuestras almas se miraron al son de pajaritos, lagartijas y demás animales silvestres. Amor no nos cautivo una palabra, una imagen, sino esa conexión en un apretón de manos. En ese instante se esfumaron los nervios, los miedos, las fobias. Se esfumo mis ganas de vivir en el pasado y viví, nací, renací. Por eso amor yo podría morir ahora, podrían morir todas las flores, podría acabarse el mundo, pero nada evitaría que yo me sienta la mujer más afortunada del mundo, porque conocí en ti lo que tanto había buscado.

Mi amor, es nuestro día, y, deseo ser estrella fugaz para que pidas un deseo. Deseo ser deseo para estar siempre en tus anhelos.

Al final, amor, tenerte es mi suerte y mi castigo. Porque sin ti me falta el aire, porque contigo camino en las puertas de un abismo.

Yo sé que quizá palabras como las mías habrás escuchado antes, pero estoy segura que nadie las pronuncia, las siente, las vive con el fervor con el que lo hago yo. Porque ahora, mientras escribo, mientras tu imagen taladra en mi pecho, soy feliz.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Tres y veintitres

Mis recuerdos me sostienen aunque me ataque a escasos segundos de la realidad. Los últimos lasos que atan ya no aprietan. Nietzsche sugiere que se muerda la cuerda. Ya no tengo miedo. Razón, causa y efecto. Fría y nebulosa. Es tiempo de correr, abrir los brazos y dejar que el viento recorra mis pasos. El vacío permanece, nunca se ausenta, él no. Lo demás, de más. Vivir la vida como una obra implica morir en el intento. Vale la pena, la ausencia. Mis pulmones cargados de vida, ida. Su sinergia lunar y su magia soñolienta, mi desvelo, mis telas solitarias, mi eterno retorno al punto de partida.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Zombie boy

A ti mi amigo, por ti y para ti. Dicen que el tiempo es buen amigo, pues contigo, a tu lado, ya somos una cuarteto, que mal que todos somos desafinados. En fin, que sabias son tus palabras, aunque al principio condene.  A ti mi amigo, salud por ti. Mire a mis ojos. Tic toc, tic toc. Los caminos están marcados, bonjour y hasta luego. Le escribo porque no hay paso, le escribo y punto. No se vuelva como yo, que por preguntona... Paila.

Sol de eternos rayos, cantas y ríes, mientras en la penumbra sonrío de ti, por ti, contigo. Una es un error, otras consecuencias. Por si acaso, el soltaire no nos suena, el verso y su inverso nos harán libres. Hemos cambiado, como un gusano a mariposa. Como aquella oruga de mi sueño que se hizo realidad. Como aquellos viajes, como aquellas siestas, como aquella playa, libertadora, que despejo fronteras entre nuestro álter ego y su álter-álter, así en viceversa y en sentido contrario, por supuesto. son las dos de la mañana y mi mente salta de rama en rama, en el cielo no hay estrellas, no las veo, pura niebla. Lea entre lineas. Evalúo las posibilidades de abstracción total. Evalúo posibilidades. Evalúo. Evacuación. ¡DESPEJE!


domingo, 3 de noviembre de 2013

El orocrus

Soy la luz brillante que refleja oscuridad.
El alma tanática que ama la vida
La libertad que llama a la celda
Soy el tropiezo y la piedra
El camino incierto y pétreo
Soy las barajas de un solitaire
Soy la confusión de miles de ojos
el eclipse de sol
Dualidad y materia
sombra y conciencia

domingo, 20 de octubre de 2013

Salmo responsorial

Pintura: Carlos Azulay
Al salmo todos repiten: Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos


La verdad de quien vive sin ataduras terrenales, se contempla desde su libertad erótica. Así que no nombréis a la virtud ante mis ojos, que os mandaré el calor del infierno al abismo asexuado. 

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>


Cuando te sentéis a comer con un masoquista sumisamente admira  lo que ante ti se encuentra; ponte el cuchillo en la garganta si sois hombre o mujer dado al apetito. Codicia las golosinas, y las carnes engañosas.

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>

No reprimas al sado, pues él es creador, ni oprimas al 'inmoral' que llame a tu puerta que de él seréis esclavo. 

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>


Deberéis hacer transcender las palabras. haréis poesía en un orgasmo. Haréis del vicio tu credo, al recorrer las aguas exquisitas de los caudales de Tánatos.

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>


Inclina el oído y escucha mis palabras. Lleva a los excesos a tu prójimo, que de haceros esclavos de Eros me encargo yo.

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>


No hables en presencia del virtuoso pues despreciará la influencia de tus palabras en sus partes intimas.

<<Decimos sin rubores que somos esclavos de los excesos>>

miércoles, 16 de octubre de 2013

Entre lineas eróticas

Escribir para expulsar de mi pecho las ganas de ser ave y muerte,  universo de signos y pasos. Pasos que se cruzan, que se estrellan y se pierden. Pérdidas, hasta luego y regresos. De milagros; vivo, vivimos. Las más fatídicas experiencias nos llevan al encuentro de dos mundos, entre el antes y el después: punto muerto. Mientras tanto entre sollozos reímos. Experiencia reveladora fue el encuentro de dos cuerpos celestes. Va y ven; vaivén. Estupor y sed. Entre imágenes y palabras las voces enmudecieron, a consecuencia de  mis manos recorriendo, con suavidad,  el altar de tu desnudez. Bendita seas misteriosa mariposa. Mis dedos tiemblan, y retoña un te amo entre cimientos mojados. Las olas penetraban el mundo, y  este, incauto, se hizo nuestro. Te hice mía entre versos, mientras tu sabia se hacía prosa en mis labios enmudecidos. Vagabunda entre tus curvas, vi perder hasta mi aliento. No me quedaba nada sino las ganas de tus ríos acaudalados. Y yo, extasiada te acaricio como un pincel a un lienzo. 

domingo, 29 de septiembre de 2013

Ojos cristalinos


By: Margara Rube ;)

Maranguango


Susurros del viento
suspiros y nuevos senderos
el arte de un beso sin prisa
las ganas de vos vida mía

Amor al arte
          a tu necedad 
          a la luz que brota de tu alma

Pasión por las semillas que taraceas en mí.
                 la ausencia de vacío
                 tantas cosas
                 tan pocas
           en los juramentos implícitos en un abrazo
               mi intenso ser
               mis intensas ganas de ti
            

Tantos sentimientos: y los que faltan. 
Las miradas cómplices
las caricias sueltas
labios rotos
mordidas sinceras. 



jueves, 26 de septiembre de 2013

La realidad para construir literatura, y con la literatura construir otras realidades.

Gotas de amor

Escribo para que mis versos acaricien tu mejilla
Suspiro letras como a hurtadillas
Pintura de Monet
Destilo amor y pasión
cuando  siento tu diáfana mirada penetrándome.

Escribo amor
Porque en mis noches te añoro
mientras los rayos de la luna iluminan los recuerdos
aquel primer te amo bajo la incesante lluvia

Si la conexión ancestral tuviera color
Y nos iluminara en un claro desierto
Yo podría conquistar el mundo, tu mundo, el nuestro
Mientras rozo suavemente las olas del cielo

Pensar en tu hermosa sonrisa
Candileja que ilumina mis senderos
Latidos fuertes que colisionan
Visceral forma de amar





sábado, 14 de septiembre de 2013

En medio de mi pecho

Ya sabes lo que dicen de las ovejas negras, dicen las voces, Te diré los secretos que se esconden tras una mirada perdida, en mi mirada perdida. Mis labios recorrerán tu cuerpo con la astucia de una lengua sin frenos y mis manos arderán en el infierno, mientras en ti se queda mi último aliento. Abrázame a ti, aunque tus entrañas se rompan. Une tu alma con la mía, una noche, una vida. 


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Para qué.

Para qué escribirte un poema, si tú eres el poema más hermoso que alguien haya podido hacer. Para qué decirte por qué te amo, si con solo sentirte, mi alma y mi cuerpo se explican solos. 

Mi amor, desde que estas en mi vida, mi frío corazón hierve.
Mi amor, brillan mis ojos en una eterna conexión entre tu y yo.
Mi amor, eres mi vida y mis ojos, eres la razón de que todo y nada tenga razón.
Mi amor, eres la estrella sideral que mi destino selló.

Mi amor tu haces que las palabras tengan sentido y que los silencios encuentren su espacio.
Mi amor, haces que mi mente pierda su estrecho camino y encuentre un mundo a tu lado.


Te amo demasiado mi amor, y sé que mi amor te toca, que lo sientes. Porque amor como el que tu me haces sentir, penetra y se arraiga en lo más profundo del alma.


domingo, 25 de agosto de 2013

La devoción

Mírame, como tú solo sabes mirarme. 
Cruza tu mirada con la mía, mientras pierdo el sentido. 
Bésame, aunque mis labios tiemblen. 
Quiebra mi alma en dos y haz de mí lo que se te antoje.

Soy tu esclava, mi amor.
Soy la vasalla que se postra ante tu inocencia.
No tengo miedo,
No existen los demonios,
Sólo tu luz. 

Pasan los días y aún mis labios tiemblan. 
Aún las corrientes mueren en un suspiro.
Aún las ganas, aún las voces,
Aún la caricia de un verso. 

La magia de tus ojos, 
La nostalgia de los míos,
El encuentro de dos mundos, 
En un viaje al infinito. 

Susurros del cielo

Mis ojos, los tuyos,
Deseo, amor, piel. 
Mis manos, las tuyas,
Caricias, tormenta y miel. 

Mi amor, el tuyo, el nuestro. 
Pupilas dilatadas: atracción. 
Miradas pérdidas, 
Besos encontrados. 

jueves, 15 de agosto de 2013

Soy...

Soy un cadáver,
pero siento.
Soy una estrella,
pero sin firmamento.

Soy eso que soy,
y lo que no puedo ser.
Soy indeleble,
pétrea y fría.

Soy esa oscuridad espesa,
triste y sin vida.
Soy eso que no quisiera ser,
soy yo y vos.


En la vigilia.

Te he visto en mis sueños, 
caminabas descalza, 
buscando las puertas, 
encontrándome. 

Te he sentido en mis pasos, 
esos que no doy, 
esos que mueren, 
antes de y después de vos.

Te he llamado mi amor,
has mirado hacía atrás, 
tus ojos dulces me han visto
y me han hecho vibrar.

Te he esperado, 
con todo y besos, 
con manos vacías,
y corazón lleno. 

viernes, 9 de agosto de 2013

A paso doble

El sonido de los pajaritos,
los miedos y las serpientes; no presentes,
las caricias principiantes,
los atardeceres.

La estulticia nos observa,
nos carga de apetecible energía.
Nos eleva y nos cuenta,
lo que es verdad y lo que es mentira.


La cabeza nos da vueltas,
espiral del silencio en la naturaleza,
que danza y nos invita a lo infinito,
a lo extra-terrenal de un suspiro.

Lo que conmueve y lo que hechiza,
la conciencia de locura,
la luz, dulce, que refleja.
La terquedad y el símbolo de pureza.

jueves, 8 de agosto de 2013

Rayos de sol.

La brisa rosando tus mejillas rosadas por el sol que nos cubría. La madre naturaleza no hacía vasallas de su belleza. La magia fluía. Fluímos. Entre vibraciones y certezas me enamoré, nos enamoramos.  

martes, 6 de agosto de 2013

Osito gris

Un osito perdido en el bosque. Respiraba profundo, caminaba a paso lento, asustado, triste. Subió a un árbol buscando encontrarse, y se perdió en un hermoso atardecer. Al ver el horizonte olvido su tristeza. "Si es el final, que sea. Sino será, respirar profundo, observar el cielo y encontrar respuestas" decía su padre. El osito recordó la razón por la que el bosque se lo tragó. Bajo del árbol que se convirtió en almo. El osito sonrió y la noche llegó. Su pequeño corazón por fin latió. 

La dispute

Sus ojos húmedos, los míos. 
Miradas que se encuentran por última vez. 
Compartir el mismo cielo, el mismo aire, la misma sombra.
Las palabras no dichas. 
El silencio perpetuo de una despedida incoherente. 
La tristeza y sus nuevos cursos. 
La estulticia que condena a dos amantes a olvidarse. 
Corazones divididos, que no fueron, que no serán. 
El recuerdo fugas de un sueño. 
Dos horizontes paralelos.
Las lagrimas caen como las promesas. 
La luna condena los hechizos rotos, la partida inminente. 

Sin destino fiel

El lugar estaba oscuro. Casi no podía ver su rostro. De vez en cuando sentí ganas de acercarme y no pude. Sus ojos mirándome fijamente, mis manos temblando. Las razones para dejar morir la incertidumbre sobraban. Pero extender el coqueteo era totalmente necesario. Ironías de la vida, ciertamente. Las estrellas iluminaban su cabello. A media sombra ahogamos las posibilidades de huir. No había retorno. La caída era inminente. Nos fuimos perdiendo en los parpadeos, en la respiración, en la linea delgada que divide lo eterno y lo efímero de un beso. La Maquina del tiempo y el escape del mundo.  Sus ojos observándome con miedo, nuestras manos buscándose, el olor a pasto en nuestros pulmones, el vuelo eterno de dos amantes que aun no se conocen. El mundo se divide, colisión. Nace una estrella, mueren otras. Conexión astral. El tiempo de correr se acerca, la tomo de la mano y saltamos al infinito cielo. Nos arropó una brisa fría. La luna se hizo cómplice del nacimiento. Caminé, con el cielo a nuestros pies. Ella le dio ritmo a mis fantasías. Se apoderó de mí, su aurora diáfana. Todo por amor al arte. 

domingo, 4 de agosto de 2013

¡Lana!

Inalcanzable mariposa,
taladras como abeja a este pobre corazón.
Inalcanzable corazón,
mis manos no te atrapan,
mis palabras no te tocan,
mis lagrimas no te encuentran, no te viven.

Escuchando tus versos,
me encuentro.
Tu voz el paraíso,
tus labios, vida.
Desasosiego en el infierno,
de no escucharte...
Glamurosa estrella,
viaja, viajemos.




Imagen de http://www.stars-portraits.com/en/community/bettylynnd.html

domingo, 28 de julio de 2013

Largo viaje

Solo en las estrellas,
solo en vuelos largos,
solo en tu sonrisa,
encuentro el clavo.

 La luz del sol,
la espiral del silencio,
los atardeceres,
y los nuevos encuentros.

Me voy,
para jamás volver.

lunes, 22 de julio de 2013

La chica de la mirada triste

Ella siempre quiso lo que nunca pudo tener. Nunca tuvo lo que necesitaba de verdad. Pero en ella, estaba toda la belleza del universo. Solo necesitaba alguien que le robara el dolor que la sometía. Ella es de esas chicas que todos observamos de lejos, que deseamos, que no alcanzamos. Todos los días se sentaba en el mismo parque a la misma hora. Ella tenía un gato negro de acompañante. Los dos caminaban con la misma desenvoltura. Sus pasos pausados, parecían ir a un ritmo, a un paso lento. Era algo increíble de observar. Aunque creo que yo era la única que la observaba con esa rigurosidad, sé bien que todos no podían apartar su mirada de ella.

Les cuento, ella era muy hermosa. Y cuando digo que era muy, no exagero. Parecía una muñequita con su vestido y sus zapatillas. Su rostro era pálido y triste. Sin embargo, su mirada era cálida y tranquilizante. Ella poseía esas bellezas clásicas que atrapan. Tenía su cabello rubio recogido. No llevaba maquillaje. En sus dedos no había anillos. Pero toda ella daba a entender que estaba amarrada a un amor. A un amor de esos que no producen felicidad, sino que torturan cruelmente a quien beba de esos caudales avasalladores.

Yo también iba todos los días a la misma hora al parque. La diferencia es que yo no tenía mascotas que pasear. Yo solo iba a observarla. Ella era mi obsesión. De esas obsesiones que no queremos que acaben. Hasta el momento, si yo hubiera buscando la forma de hablarle, habría acabado con esa ilusión que me daba ganas de seguir viviendo. Si de alguna forma habría de cruzarme con ella, sería porque así ella lo dispusiera. Y yo no podría negarme. Quién podría negarse a tales encantos.

Pasó mucho tiempo antes de que algún evento nos cruzara. No recuerdo exactamente el día, solo sé que llovía y que no había traído su peculiar gato con ella. Vi también que su libro se mojaba mientras ella intentaba sacar su sombrilla del bolso. Yo seguí sentada en el mismo lugar a pesar de la lluvia. Ella empezó a correr en dirección a mí, y no me van a creer, pero precisamente al lado mío se resbaló. Y yo la ayude a ponerse de pie, la mire a los ojos, hasta que tuve que apartar la mirada. Ella y la tragedia que yo veía en esas profundas puertas eran demasiado.

Me causo un dolor en el pecho tenerla tan cerca. Ella se quedó observándome. Permanecimos empapadas la una en frente de la otra por un tiempo prolongado. Yo esperaba por una respuesta que aún no podía soportar. Puedo jurar que de sus ojos caían lágrimas que se cruzaban con las gotas de agua que resbalaban por su rostro.  Sentí que empezaba a faltarme el aire.

De la nada empecé a correr. No me detuve hasta llegar a casa. Estando allí no daba ni para abrir la puerta. Cuando por fin logré entrar fui directo a mi habitación, allí me quede observando la lluvia caer. Mientras aún sentía sus ojos taladrándome en la cabeza.

De repente escuché una melodía que una parte de mí reconocía. El sonido provenía del recinto del arte. Cuarto donde tenía un piano, unos cuadros, pintura regada, recuerdos. Caminé hasta el cuarto donde la vi, rozando con sus largos dedos, aquel universo que hace mucho no escuchaba.

Era ella, la chica de la mirada triste. Siguió tocando, a pesar de mi agitada respiración. Dolía escuchar esa melodía. Ella se detuvo y susurró "No hay palabras que puedan decir lo que este corazón roto siente". 

domingo, 21 de julio de 2013

Morena

Me vi observando el vaso de trago que dejo sobre la mesa, antes de marcharse. Me vi observando lo único que me quedaba de ella, de sus labios. Debo decirles que ella era diferente a todas las demás. O al menos eso creía yo hasta el momento. Yo nunca había salido con alguien como ella. Ella era tan vital, tan fresca, tan encantadora. Físicamente era muy atractiva. Su piel color chocolate, sus ojos miel, su cabello rizado hasta unos dedos más abajo de los hombros. La forma en la que se mordía el labio, su forma de mirarme, su dulce voz, su mirada desafiante. Me enamoré perdidamente de ella desde la primera vez que la vi. Estábamos en la playa. Ella tenía un vestido de baño blanco, de dos piezas. Jugaba con la arena mientras se bronceaba un poco. Yo la miraba de lejos, le sonreía, le coqueteaba y ella solo reía. Sin duda ella era de esas mujeres que disfrutan ser el centro de atención. En un momento nuestras miradas se quedaron fijas en el mismo punto: La arena que nos dividía. Sin duda nos invitamos a dejar la distancia a un lado. Yo me puse de pie y fui hasta donde ella. Estando allí dije "permiso" y me senté a un lado. Me presenté y ella hizo lo mismo. Nos quedamos hablando de todo un poco un rato hasta que me dijo "Tengo que marcharme". Me ofrecí a acompañarla, pero no quiso. Alegó que no quería molestarme y que además era demasiado pronto. No supe en ese momento a qué se refería, pero preferí no preguntar. Hay cosas que es mejor no saber. La vi marcharse, sé que miro un par de veces hacía tras buscándome. Yo no le quité la vista de encima ni un solo momento. Cómo podría hacerlo. En fin, al otro día nos vimos en el mismo lugar. Puedo jurar que se veía más bella que antes. Que su mirada era aun más hermosa. Había un brillo diferente en ella. La hice reír un poco, se veía tan hermosa sonriendo, soltando carcajadas a más no poder. Pensé en besar sus labios cada vez que cerraba los ojos, pero no tuve el valor para hacerlo. No dejaba de sentir que era el momento perfecto, pero cuando abría sus ojos y me miraba como me miraba solo me quedaba paralizado sin poder concentrarme en algo más. Ella me embrujó. Su belleza, mi cabeza enloqueció. Se hizo de noche. Las estrellas nos iluminaban la oscuridad. La besé muy suavemente. Mis labios apenas si rozaban los de ella. Mi beso fue correspondido. Coloco su mano en mi cabello, me sujeto. Su respiración se agitó y con ella la mía. Nos besamos apasionadamente, allí supe que ella era puro fuego a mi lado. Ella me sujetaba fuerte, se sujetaba a mí como una mujer y como una niña al tiempo. Enterraba sus uñas en mis brazos mientras yo le besaba el cuello. Mis manos acariciaban su espalda, sus caderas, sus rizos. Ella se colocó encima mío, me miro fijamente, y luego sonrío. Sus dedos desabrochaban su blusa, mientras yo anonadado la observaba. Sus pechos quedaron descubiertos. No podía dejar de mirarlos. Ella rió y luego tomo mis manos. Me dijo "tócame, hazme tuya". La ropa nos estorbaba. Nos la quitamos rápidamente, mientras nos besábamos y mordíamos sin parar. Me puse encima de ella, la besaba. Apreté sus muslos mientras me introducía en ella. Se amarró a mí. Sus uñas se clavaban en mi espalda y yo en ella. Nuestros cuerpos se movían con ritmo, suave, profundo. Ella no paraba de susurrarme al oído que podía hacer con ella lo que yo quisiera. Y eso hice, y eso nos hicimos. Nuestros cuerpos desnudos sobre la arena, bailaban el son de la pasión. Mi miembro firme se introducía una y otra vez en ella mientras sus manos me acorralaban. Estábamos bañados en sudor, cuando la sentí vibrar. Su cuerpo temblaba. . Sus uñas se clavaron en mi espalda. De ella salió un gemido que se quedó grabado en mi cabeza. Y yo me deje correr en ella. La inunde de mí. Quedamos exhaustos sobre la arena. Con su cabeza hundida en mi pecho me pidió que no me marchara, que le regalará la noche. Le regalé todas mis noches y mis días. Le regalé mi vida y ella me regaló la suya. Esa noche sellamos nuestro destino. El resultado de una noche de amor a la luz de la luna. Yo no quería que acabará. Pero ella no era para mí. 

sábado, 20 de julio de 2013

Miss heels

La vi sentada, esperándome. Tenía su cabello suelto a un lado. Dejaba ver su largo cuello. Desde lejos la vi sonreír mientras yo me acercaba lentamente. Mis pasos eran cortos. Tenía miedo de arruinar nuestra primera salida. Me quede  observándola mientras ella se ponía de pie. Me besó en la mejilla. Su voz encantadora me invitó a sentarme a su lado. Con torpeza tomé una silla y me senté. Su mirada me dejo sin aire. Tenía unas cejas hermosas, que le daban fuerza a sus dulces ojos. Su sonrisa era totalmente indescriptible. A veces era encantadora, otras veces provocadora. Cuando sonreía a medio lado me invitaba a acercarme. Pero cuando cerraba sus labios y miraba al horizonte, podía hacerme retroceder a tal punto de querer salir huyendo. "Voy al baño, no me demoro" me dijo y luego colocó sus dedos en mi mentón. Me miro directo a los ojos y luego se marchó. Luego la vi volver, se veía tan fresca. Tan relajada. Su vestido blanco al caminar bailaba con ella, haciendo ver sus largas piernas como un templo. Mi corazón se agitaba mientras más se acercaba. Su mirada fuerte, sus ojos verdes, su cabellera roja, sus labios rosa, su piel de porcelana, sus caderas hirientes. Va y ven. Su perfume se metía dentro de mis fosas nasales e inundaba mis pulmones de ella. Imaginar su cuerpo desnudo encima del mío. Me acarició mis labios con sus dedos y un calor recorrió mi cuerpo. La sangre se me subió rápidamente a la cabeza como los tragos, como sus ojos adormecedores. Y yo solo deseaba que me sometiera aquel hermoso demonio que tenía en frente mío. La tomé de la mano y la llevé al baño. Contra la pared la besé. Sus labios apretaban con fuerza los míos. Mordiscos mientras mis manos recorrían su escultural figura. Me agache a besarle el ombligo mientras la despojaba de sus bragas. Le sobraban. Subí y la acomode de espaldas. Le bese los tatuajes de su espalda. Recorrí su cuerpo con mis manos hasta que con fuerza me empujo al otro extremo del baño. Mordió mi oreja mientras desabrochaba mi pantalón. Ella se llamaba... No importa cómo. Pero tenía una sonrisa que podía iluminar un cuarto.   Susurré en su oído "querida, quiero que te vengas, pero no que te quedes porque podría enamorarme". Ella beso mis labios y luego contestó "después de que te haga mía, nunca podrás pensar en nadie más" luego suavemente acaricio mi rostro y me besó con tal dulzura que me dejo congelada. Supimos enseguida que no era el lugar para nuestra primera vez. Fuimos a su apartamento. Tenía muchos libros. Recorrí su librería intentando retener en mi memoria los títulos. Quería sumergirme, totalmente, en sus pensamientos. Pero ella tenía preparado algo más. Me arrecostó contra los libros donde nos besamos hasta quedarnos sin labios. Su cuerpo desnudo era un sueño, era tan blanca como las nubes en primavera. Sus pechos pequeños eran firmes y hermosos. Ella era el cielo hecho carne. En su ombligo tenía un pearcing que resaltaba. Ella estaba encima mío. Y podía verle las estrellas en su hombro derecho. Las bese para ver si podía alcanzarlas. Luego. Me coloque arriba mientras la besaba. Me movía encima de ella, nos compenetrábamos. Sus muslos me apretaban, no me dejaban escapar. Yo no quería escapar. Nos íbamos acercando a fugaz momento con desesperación. Sus uñas en mi espalda dejaban heridas como sus ojos clavados en los míos. Nos vinimos al tiempo. Con ritmo. Así qué la recorrí toda con mi lengua. Desde su cuello, pasando por sus pechos, besando su ombligo, mordiendo su vientre. Chupando entre sus piernas su néctar y el mío. Tocó las estrellas y yo con ella. Como dos olas nos hicimos una mientras fluctuamos otra vez, buscando, explorando. Gemidos ahogados, gemidos y cantos. De ateas pasamos a religiosas. Gritando, rogando, viniendo. Besar su espalda es una de esas delicias que no se olvidan. Bañadas en sudor jugamos una y otra vez al amor. 

martes, 16 de julio de 2013

Continuara

Bailo en el viento
nadie maneja mis hilos
soy una tormenta de arena
en tus montañas



Cuánto


Cuántas cosas en una mirada fuerte
                                   dulce
                 ti
               que no te recuerdan
Cuánto, cuánto.


Con angustia me amarré a un sentir
                                      que ya no existe
                                                    quiero
                                               ha muerto








Otras cosas insignificantes

En mis pensamientos inerte te encuentras
y las lagrimas se posan en el alma
no corren
no disparan
no viven
solo hieren y acorralan


Te vi
me viste
sentí que podía morirme
pero no es tiempo
aun no caen las flechas
el tiempo sobra


Un cuadro caído
ilumino el infierno
una caja fuerte con tu recuerdo
otra vida que miente


miércoles, 10 de julio de 2013

El cielo que cae en los amantes.

No importa como se llama o se llamaba. Solo puedo decirles que sus piernas me hacían enloquecer. Que sus mordiscos en mi oreja podían hacerme encender en cuestión de milésimas de segundo. Recuerdo que estábamos en una cama sencilla, electrónica de fondo. El aire nebuloso. Delicioso. Dos cuerpos. Uno. Sudor, estupor, la danza de eros. Sus labios mojados, los míos. Va y viene, se viene, me voy, me vengo. Ah sí, ya les cuento. Besos apasionados, arañazos. Risas, juegos, palabras bonitas, miradas sinceras. Sexo, amor, todo de una vez, una sola noche, dos, quizá tres. Pero inolvidables. En ese momento no había nada más en mi cabeza que las ganas de fundirme en ella. Mi lengua recorriendo su espalda, su cuerpo vibrando. Caricias fuertes y dulces. Caricias que se sienten, que se pierden, que se retienen. Gemidos. En el final de un orgasmo un abrazo que rompe el corazón. Delicia. Tanatos rondando. Nuestros cuerpos sudados y exhaustos danzaban sin parar. El demonio se apoderó del momento. Mente encandilada, labios dilatados.

Nueve

Olor a hierbas en esas cuatro paredes que nos camuflaban. Tu mirada, la mía. Las ganas subían al infinito. Te acercaste, te observé, me acariciaste y me congelé. Mordí mis labios. Nuestro primer beso. Desbordando deseo. Conexión instantánea. No puedo evitar querer comerle la vida con mi boca mientras  acariciaba, debajo de la blusa, mi espalda. El humo en el cuarto, la magia cubriendo nuestros ojos.  Viajamos juntas. Su primera vez, mi primera vez a su lado. Mi respiración se aceleraba como mis ganas de quitarle la ropa. La sangre hirviendo, el verano que nos iluminaba. Temblores, palabras sueltas, palabras presentes, palabras sinceras. Sus besos. Conquistó mi conciencia. Llegaron mis horas de gloria. Perdí la razón, cosmovisión. Nos frenaban las ganas de una segunda vez. Las mariposas nos rodeaban, nos rozaban. Gozar la eternidad de un gemido ahogado. "Detente". El descontrol no se impuso. Aunque intenté amarrarme al placer. El deseo contenido, los besos delatadores. Las miradas de láser. Sus piernas, las mías, roces y caricias homicidas. El teléfono, los otros. Las ganas de quedarnos la noche entera. La lengua y sus descargas. La pasión que no es solo del momento. El gemido tácito. Las olas del mar fluctuando entre dos cuerpos. EL universo iluminando un nuevo camino. Rítmico va y ven de caderas.

sábado, 6 de julio de 2013

Aunque no me leas.

Me encontré en medio de dos islas, una que busca llevarme a ti y una que me empuja hacía otro verano. No escribo para que me leas en realidad. Escribo para sacar estas palabras que se incrustan en mi pecho y no me dejan respirar. Es que quererte ha sido mi condena. Aun recuerdo las promesas, promesas que nunca quise. ¿Recuerdas? ¿Recuerdas cuánto rogué para que no prometieras nada? Ya sabía que no sería para siempre y que esas promesas solo taladrarían en mi cabeza hasta que el olvido tocara mi puerta. Honestamente, no quiero estar contigo. No quiero. Simplemente no. Porque tus mentiras aunque no llegaron en el ocaso, rompieron como piedras los cimientos que construí para ti, para mí, para los personajes que planeábamos tener en el futuro que ya no es nuestro. He tenido que ser dura, para poder alejarme de ti. Puras y físicas patadas de ahogado. Pero el pensar haberte herido me sume en está angustia insoportable que es pensar que algo te duela. Nunca ha sido mi intención hacerte daño. Aunque tu si hayas tenido esa intención, no te guardo rencor. ¿Por qué habría de? Si la verdad en algún momento valió la pena que fueses parte de mi vida. En fin. Esto es todo. Lo último que escribo por y para ti. No habrá nada más que lleve tu nombre. Hoy cierro la puerta. Espero y aspiro que seas feliz, que nunca te arrepientas de nada. No mires atrás. Sigue tu camino mariposa que yo seguiré el mío. Cuídate. 

lunes, 1 de julio de 2013

Continuara....

Era un día nublado. El cielo gris, el viento golpeando fuerte contra las ventanas, las gotas que caen del cielo. Ella caminaba bajo la lluvia. Estaba empapada. Su tristeza había contagiado el clima. Se dejó caer en el piso, de rodillas. Sus manos apoyadas en el suelo, sus lágrimas cayendo. Y yo viéndola desde lejos. Me acerqué a paso lento. Extendí mi brazo, acaricié su cabello. Ella alzó su cabeza, nuestros ojos se encontraron. Se puso de pie y me abrazó como sí no hubiera mañana.
- estas aquí. Conmigo. - dijo y me abrazo aún más fuerte.
- aquí estoy, dónde más debía estar. - dije y la besé. - no llores más, aquí estoy, y no me iré. A menos de que te marches conmigo.

domingo, 30 de junio de 2013

A la vera.

Si aún pudieras verme no me reconocerías. Ya no soy esa niña inocente y feliz que solía ser. Recuerdas cuando nuestra peor preocupación era esconder nuestras manos enlazadas en una almohada. Si pudieras leerme acaso reconocerías a la niña que le escribía poesías a los cruceros que imaginábamos juntas... Ya en mis letras no hay cruceros. Ya no hay luz, no hay magia. El arte de materializar la belleza ya no es parte de mis días...

Quisiera haber guardado esa primera carta de amor que escribí. Con la que gane el concurso. Quisiera recordar que era sentir esa sensación que produce el amor por primera vez.

No hay nadie que pueda negar que vos eres y serás mi primer amor, ese amor que me llegó muy joven. Ese amor que aún busco. Ese amor que nunca estuvo contaminado por el engaño.

A veces quisiera encontrarte ahora, para saber sí ese amor sería tan especial si hubiera pertenecido a esta época. A estos años, a estas letras,










El caballero errante.

Nadie te enseña a amar. Nadie sabe como recorrer los caminos de la conciencia. Pero por alguna razón yo siempre vuelvo al mismo recuerdo. Les contaré. Sus ojos brillaban. Nuestras miradas se encontraban con torpeza. Una corriente recorría el espacio que nos dividía. La afinidad sin palabras, nos ganaron las ganas. Ella se puso de pie y caminó hacía el baño, yo la seguí, por supuesto. Allí, la encontré, esperándome. Caminé hacía ella, me pegué a su cuerpo, sentí como nuestros labios se complementaron como en un sello de sangre. Recuerdo su respiración agitada, sus manos ansiosas acariciando mi cabello. Mis manos conociendo su cuerpo. Deslicé mis dedos por su espalda. En un ritmo muy elocuente nuestros cuerpos vibraban confirmando que habían nacido para estar juntos. Sus besos me confundieron, como chichos. Sus manos aceleraban el tiempo, a caricias nos llegó la noche. Se marchó, y me dejo entre manuales para aprender a caer. Ella era la droga. El tiempo pasó y me preguntó por qué. Dando vueltas en el jardin de Pizarnik la esperé. La vi llegar, La vi partir.  Conté hasta mil la levedad de sus palabras. La sensación de volar en un atardecer apocalíptico. El cielo nos arrulló, mientras escuchaba  las palabras que rompían como olas contra el pecho. 

miércoles, 19 de junio de 2013

Pinguinos

Sus ojos brillaban. Una luz se desprendía de ellos con una gracia casi celestial. Sus ojos color almendra me hacían sentir perdído en el paraíso. Recuerdo verla correr con mucha gracia por todo el jardin. Me creeran un loco, pero su mirada podría haber derretido el polo norte. Estoy seguro. Verla saltar como una cria me recordo mi infancia y me agustió la falta de ella. Su vitalidad arrolladora volvía flores la arena. Sin embargo,  cuando de sus hermosos ojos brotaban lagrimas de  tristeza ella congelaba la primavera. Ese día supé que de mí no quedaría nada. Que su amor me partiría en mil pedazos. Condenándome al más cruel infierno terrenal. Es que sin ella todos los días serían iguales, siempre sufriendo, siempre mintiendo. Por lo pronto sé que para sentir la necesito a mi lado. Pero su brillo me iba encandilando. Al pasar del tiempo me vi cayendo como un pinguino a sus pies, jugando a ser un principe de lentes.

Así me perdí en un cuento de ayer. Su imagen de miel, la sangre y el viento. En una noche como cualquier otra la vida me arrebata las ganas de vivir. Sus palabras me soltaron. La vi palidecer. Se marchó. Ni siquiera dijo adiós.

El tiempo pasó, me fui a dormir antes de que la realidad me golpeara una bofetada. En la desvelada nos vi viajando en barco, camino al arcoiris. Pero al quedarme dormida volvimos a la tormenta que llamamos tiempos de crecimiento discontinuo.

Qué les puedo decir que ya no sepan. Su recuerdo se marchó como su alma inquieta. Y yo... yo subí al cielo a disfrutar como sus pensamientos se hacían míos, nuestros, inalcanzables.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Dionisio.

toma años comprender que vinimos al mundo para hacernos felices a nosotros mismos y servirnos de todo lo que tenemos alrededor. No estoy embriagándome con los recuerdos, solo perforo tu amor con mis risas. Te tienes que ir, tu camino va en contra, los demonios y los nuevos tiempos. El pasatiempo y las ganas de hacerte suspirar, el temor de ser dos ajenos, tres y el tiempo. Cuatro más que dulce fuego. Me temo que el deseo nos ha hecho enloquecer una vez más. Los signos se involucran, constructivamente se agrupan, y me hacen renacer en medio de una frase erótica. Mis palabras lamen tu ser, y te postras ante mí, el deseo nos hace fuertes, el pecado invencibles.

Holograma


Quiero estar en el infierno porque n o puedo seguir las reglas de un dios en el que no creo. Tengo muchas que decir, podría romper mi cerebro en pequeñas partes y exprimirlas hasta elevar mi alma al fuego. Melodías de un invierno poco alentador. Los huesos de mis manos se rompen tocando tus entrañas. Tu me salvas mientras convierto mi alma en el despojo de una alucinación. arriba, abajo, las horas van cambiando. La música de tus pasos, la arrogancia de tu poesía, la determinación de mi ser. 

martes, 21 de mayo de 2013

Querida Virginia, si fuese honesta te diria que haz estado en mi mente todo el tiempo. Pero si fuese honesta no podría pensar en nadie más que en ti, y no tendría fuerzas para olvidar tu rostro. Es una Vergüenza, pero nadie podría entender lo que me haces hacer. Tus ojos locos, los míos. Tu cuerpo y el mío, la muerte nos ronda. Eros se agobia, mientras †e veo partir, y qué puedo yo hacer.. Mi querida Virginia, nunca fui dueña de tus versos. Soy tu querida Alejandra, el capricho del ayer.

Tu quieres ver como el mundo se acaba- Tu quieres ser feliz, mira a tu alrededor, no hay orgasmo si no hay dolor. Ya no hay más que destellos de algo que nunca fue.

La vergüenza de los amantes

Melodías resuenan en mi cabeza
con las fluctuantes caricias de tu cuerpo y el mío
Si fuese honesta no podría pensar en nadie más
porque las rosas solo florecen donde hay dolor

bailando entre desazones
ojos locos lluéveme y tócame
que las corrientes sequen mi piel
mientras tus labios me hacen perder




fugaces

- Sé cuales son las reglas, pero no quiero estar en los juegos de dos zombies que se conocen bien. ya no tomas mi corazón, si no rompes mi cerebro en dos y me echas al fuego.- El arte inmerso en las montañas de tu cuerpo, el sudor que recorre mis más fuertes cimientos.

viernes, 17 de mayo de 2013

Le moulin

El tiempo en contra
el ritmo se acelera
suspenso en el anochecer
caídas de cuerpos malditos


y el sol, y el mar en contra
y el día se quiebra
como yo, cuando vos no estás
como tú, tristeza de miel

las teclas del piano que no tocaré
los bellos versos que jamás escribiré
Tu cabello y tu olor que nunca sentiré
con las manos que envenenaron mi piel.


lunes, 6 de mayo de 2013

10:54 sjaksj

Tu eres exceso, ganas de ser viento.
Soy el cigarro que te quema,
las noches que te desvelan
las pesadillas y sus finales felices.

Quiero ser sombra y piedra,
hierba y miles de cosas bellas.
Rosas y sus espinas,
la sed en tus labios.



domingo, 5 de mayo de 2013

Cuando no son tres

Mientras trato de persuadirte
mientras intento  la perdida de tiempo
dejo la puerta abierta por si alguna vez quieres volver
para dejarte atrapada en una casa vacía como la muerte

No he dormido desde que me perturbo el ensueño de la sobriedad,
si me preguntas si intento caminar a pasos retardados
solo podría responder: Quisiera tu hombro frío
Ya no hay razones para llorar

Mientras pienso que pierdo el control
marco huellas en la arena que una vez fue magia
nacen los momentos coloridos
al ritmo que muere tu voz

5:03

Leer los libros que convergen en ti
No diré más nada por desesperación
nos separan años, nos condenan grados
Primero, es un corazón que se arregla solo
Recuerda que el recuerdo es pasado.
hasta las heridas más profundas sanan
a veinte grados de separación
El mapa de la excitación
lo perdí en la segunda parte
donde nació el temor de ser infiel
con ideales en los que no creo
ayuda, las flores mueren
Segundo, las ganas de temblar en tus brazos
frío me producen tus ojos
ya no podrías reconocerme
ya no existe Nicolas.

jueves, 25 de abril de 2013

8:49 AM

Muchas veces he deseado desear algo,
que me llene de motivaciones
sinceras y mágicas
pero supongo que no hay nada que escribir.


Supongo que me tengo que conformar con segundos,
segundos de lineas incoherentes,
aceptar que estás y luego ya no
bendecir que no te ahogas en mi inocencia.

viernes, 19 de abril de 2013

Signos retóricos

Las razones para creer,
bosquejos y un poco de miel,
pinturas que queman la piel
de cuanto en cuanto hasta enloquecer.

Desazón y inmortalidad
en palabras que no he de callar
mientras la niebla despoja
la luz que nace en tus ojos

Las miles de noches
jugando a ser

lunes, 15 de abril de 2013

Revelación

Su sonrisa, sus ojos oscuros y confusos
sus ganas de ser arte y ser letra
mis ganas de ser musa e inquieta
las horas que pasan y nos traspasan

La noche que cae desnuda tu ser
anhelas irte y yo que te quedes
muros nos alejan
tu eres el miedo, yo la lagrima

Tu eres la revelación de mi pétreo corazón

miércoles, 10 de abril de 2013

Teatro

M envenena el cigarro que no fumo
Las ganas de saberte a mi lado
Aunque sea en la nada
Intentar persuadir tu mente traviesa.

Soñar que sueño los besos
Que cruelmente no nos damos
Pensarte mi fiel
De rosas y miel


Bajo tu sombra

Bajo tu sombra mi mente se arropa y decide enmudecer ante tu rostro de porcelana. Prefiero no hablar. Pensar que eres tu quien sufra amor y cielo. Prefiero creer que sentir que mis manos tiemblan si te tengo cerca y que cualquier cosa es pequeña ante tu hermosa presencia. Quizá no me veo muy contenta cuando de condiciones naturales se trata. Me pregunto si es como deseo que pueda ser, como podría y si quizá tu quieres olvidar.

viernes, 29 de marzo de 2013

La clave

Y pierde color la foto del ayer
nacen las mandrágoras que curaran mi ser
despojos de dolor espero tu llamado
en mi errante exhausto amanecer

Ha pasado un poco de tiempo
de luces color magenta
pero la sepia que me condenaba
desperto el demonio que cierra los ojos

Mi corazón no murió
quedo adormecido
pero ya no existe la cría
de ritmo convergente




Mi Betty Blue

Tus ojos azules,
tu dulce coquetería.
tus muecas sinceras,
tú, risa macabra.

Mis ganas de ser tu,
de ser yo,
de tener un nosotras,
de ser tuya y mía.

Ser tus labios rojos
Los tacones altos,
las pestañas postizas,
lagrimas oscuras.

domingo, 3 de marzo de 2013

Confesiones

Debo confesar que me encuentro extraña. No me siento yo. No soy yo, hoy no. Escucho ahora Diamonds de Rihanna. Y me lleva a muchos momentos. Pero me abstrae a la vez. Es difícil de describir lo que pasa en mi mente en estos momentos. Me siento muy extraña. Demasiado diría yo. Pero si hay algo que tengo claro es que estoy saliendo del hueco en el que me encuentro. Veo la luz, pero me tomo mi tiempo. La intención es seguirla, pero lento. Analizando cada paso para no tropezar.  Quiero terminar de escribir vesania, debí hacerlo hace mucho. Pero creo que ya es hora.

miércoles, 20 de febrero de 2013

a proposito del sonido de tus pestañas

Y grito la verdad que nace en mis ojos antes de perder la cabeza. U nacen las historias de una desolación incorpórea y llana. pero mientras mis manos se disecan, pierdo la cabeza con la misma fuerza con que brotan de mis lagrimales una sustancia salada y deprimente. Que sí, que la vulnerabilidad de mis pasos me hacen al mismo tiempo inalcanzable para tus excusas. Excusas que no tienen lugar ni sentido. 

Pasos suaves en la casa del ayer
incesantes fotografias de tristeza 
disparan como metralletas angustia y dolor
diez de un siete que me nubla la certeza

Certeza de saberme ajena
a las lagrimas de víbora
que brotan por los ojos
de una pecadora

No creo ni en las uñas que se hunden 
en la espalda vencida de años pasajeros
Ni en las rocas que golpean
los senderos maltrechos

jueves, 7 de febrero de 2013

Nostalgia

Nada es como parece que es. Las imágenes ocultas, el tiempo y sus espejismos. Las noches y sus sombras. El ayer y sus misterios. El hoy y sus sorpresas. El mañana y sus elocuencias.

miércoles, 6 de febrero de 2013

8 minutos

Vuelvo hoy arrepentida al mundo, al que una vez me hizo enloquecer, pero que ahora me postra. Y las imagenes no son buenas, sabes, no lo son. Los recuerdos del pasado atormentan, ansiedad. La ansiedad me deja a la deriva, a la espera de cualquier golpe, pecados. Pago por pecados del pasado, pecados son las noches sin vos. Pero vos no estas, aunque estes a mi lado. Pero vos te vas aunque te quedes por siempre. Porque vos no sos igual y yo tampoco, porque a vos te necesito, pero vos no existes sino en el recuerdo de mi cabeza trastornada y seca. Seca de ideas y de canciones, seca por remembranzas. Pero yo me voy, y vos también. Pero yo muero y vos vives como las flores en primavera.