Querida Virginia, si fuese honesta te diria que haz estado en mi mente todo el tiempo. Pero si fuese honesta no podría pensar en nadie más que en ti, y no tendría fuerzas para olvidar tu rostro. Es una Vergüenza, pero nadie podría entender lo que me haces hacer. Tus ojos locos, los míos. Tu cuerpo y el mío, la muerte nos ronda. Eros se agobia, mientras †e veo partir, y qué puedo yo hacer.. Mi querida Virginia, nunca fui dueña de tus versos. Soy tu querida Alejandra, el capricho del ayer.
Tu quieres ver como el mundo se acaba- Tu quieres ser feliz, mira a tu alrededor, no hay orgasmo si no hay dolor. Ya no hay más que destellos de algo que nunca fue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario