martes, 21 de mayo de 2013

Querida Virginia, si fuese honesta te diria que haz estado en mi mente todo el tiempo. Pero si fuese honesta no podría pensar en nadie más que en ti, y no tendría fuerzas para olvidar tu rostro. Es una Vergüenza, pero nadie podría entender lo que me haces hacer. Tus ojos locos, los míos. Tu cuerpo y el mío, la muerte nos ronda. Eros se agobia, mientras †e veo partir, y qué puedo yo hacer.. Mi querida Virginia, nunca fui dueña de tus versos. Soy tu querida Alejandra, el capricho del ayer.

Tu quieres ver como el mundo se acaba- Tu quieres ser feliz, mira a tu alrededor, no hay orgasmo si no hay dolor. Ya no hay más que destellos de algo que nunca fue.

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