martes, 13 de octubre de 2015

Friducha y Obregón

El ser del rostro que arrojo en el lienzo se oculta en el movimiento del pincel. No hay nada fijo en este universo. Todo baila ante los ojos de aquellos retratos que sueño entre el presente y su pasado. Rostros que como amuletos me protegen de los desastres mientras duermo.
Mientras duermo, ellos me admiran, de verdad me admiran, fijos en el tiempo con ojos de fuego y cielo.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Los otros


Mientras tu cuerpo siga siendo ese espacio de revelaciones de las que habla Alejandra, devenir en tu imagen es un inevitable tácito. Mientras seas esa herida fundamental que me transforma, yo seguiré encontrándome entre tus curvas. Mientras existas, caminaré entre la penumbra buscando aquella liviana certeza que me hace un otro. Mientras la luna sea testigo, deambularé por las calles susurrando desde las entrañas aquel sueño que es sed. Mientras mis ojos brujos sigan marcando el ritmo de tus pasos, no serás retrato, eres ilusión. Mientras seamos varios en aquel cuarto oscuro, entre espejos y alteridades, no habrá descanso. Mientras fuimos muchos y fuimos poco, la noche caía y yo con ella. 




martes, 4 de agosto de 2015

El devenir entre sus piernas

"Quizá tú seas la musa y yo el aire que te acaricia", me decía entre gemidos y otras incoherencias. Su sexo húmedo me invitaba a no separarme de su lado, tanto como aquellas palabras celestiales que nacían cada vez que tocaban mis dedos esos puntos clave que jamás le habían alcanzado. Recuerdo que me deslicé por ella sabiéndome perdido de antemano. Sabiéndome ajeno y a la vez tan sumergido en sus abismos. Sin darme cuenta como grito ahogado nació otro "quizá" y nuevos firmamentos. Entre movimientos desiguales y precipitados, repetía su nombre como un aleluya. Tal vez su desnudez es tan solo un eterno hasta luego. Pero mientras ella sea, aún en la duda, yo seré. Mientras el hambre haga agujeros en mi cuerpo, sus profundidades serán colonizadas por mis antojos. 

Vigilar y castigar a la naranja

Crimen y castigo a la naranja - Márgara Rueda (Acrílico sobre lienzo)

A veces soy esa construcción que la sociedad niega. Soy ese individuo sujetado a la maldad de un mundo y a la luz del otro. Soy esa paradoja hecha carne y miedos. Soy también resistencia y tensión. Jamás seré silencio ni complicidad. A destiempo por el espacio, mi cuerpo es parlante y mis palabras musitas. Mientras otros crían para vigilar y castigar, yo me hago bestia indómita.

jueves, 23 de julio de 2015

Qué puede el cuerpo?

Qué puede el cuerpo? Transformarse. Mi cuerpo como sujeto parlante no habla. Él grita. Pasan los días y su tallo se deconstruye. Mientras que sus raíces se arraigan a eso que creí ajeno y negado. Yo lo pienso y él cita de manera subversiva la identidad tradicional hombre-activo. Pero no imita. Por medio de ejercicios físicos y mentales, deviene en él y por él.  Se proyecta como quiere solo con hacerse real por medio de movimientos repetitivos. Qué es él? lo que el quiera ser. Quién soy yo? La proyección de lo que  los dos deseamos.

domingo, 5 de julio de 2015

Feliz cumpleaños Friducha

Friducha,   Eres la tinta indeleble que mantiene aquel recuerdo punzante. Feliz cumpleaños, diosa.

Solo me resta por decir en palabras de Draco Rosa... "paso el día pintándote y que difícil copiar el aire de tu piel"

Él no está

Escribo porque hoy la pintura me es ajena. Escribo porque él no está, pero debería. Escribo porque Frida sonríe y me impacienta. Escribo porque ella confundida y cómplice sabe que el que esbozó sus labios guarda un secreto. Escribo porque aquel que pinta de color brillante y es feliz, guarda un secreto. Escribo porque ese secreto es compartido y nos cala profundo. Escribo porque yo no sé pintar y él sí. Pero no está y debería.

lunes, 25 de mayo de 2015

La depresión como disidencia

LA DEPRESIÓN COMO DISIDENCIA Y TRANSGRESIÓN ARTÍSTICA



He tenido la oportunidad - o maldición - de vivir la depresión en doble vía. A lo largo de ese camino que muchos llaman vida he tenido la suerte de encontrar, como si no fuese al azar, personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor. Innumerables son los casos, pero hay unos que recuerdo con más lucidez que otros.

Y en aquellos casos que recuerdo con mayor lucidez encontré aquel nirvana que muchos buscan en la ausencia de tristeza. Pues en aquellos seres, esos que el filósofo alemán Martin Heidegger llama Dasein (ser-ahí), seres que han sido arrojados al mundo con la consciencia de que en medio del mar de posibilidades que hay de ser, en todas ellas está la inminente posibilidad de morir. 

¡Son únicos!

Porque en la posmodernidad todos niegan la muerte. Salvo unos seres melancólicos golpeados por alguna gran catástrofe o una profunda tristeza sin razón. Y esto se debe a que, aquel ser que ha sido arrojado al mundo tiene el pensamiento de muerte inminente porque se siente arrojado a las posibilidades, es decir en el futuro. Y el futuro causa ansiedad, angustia. Y es la angustia, lo que te hace humano.  Como escribió el filósofo Kierkegaard, "El hombre es ese ser que se angustia y es más profundamente hombre cuando más profundamente se angustia."

Mientras que en contraste, un ejemplo del rechazo a la muerte, es que en el pasado los cementerios estaban en el centro de las ciudades, ahora están a las afueras. Porque ya la muerte no es paz, es enfermedad.  La idea de la muerte se posterga. “Vas a morir, pero aún no”. Los otros mueren. El otro envejece. Hay enfermedades “penosas”. Rechazo al anciano, al enfermo, olvido del muerto, olvido del ser-ahí.

La depresión y el arte

Se puede ver, en los ojos cansinos de  quien lleva tal carga en sus hombros, el reflejo del mundo, el caos y dolor que este suscita. En aquel sensible de apariencia impenetrable están como en el enamorado, las metáforas que embellecen al universo.

Cuando era niña, vi muchas veces la tristeza de cerca. Esa tristeza enfermiza que aniquila al otro. Rafaela Albis a sus 50 años, con sus ojos verdes, cansados y húmedos, clavaron en mí aquella espina que es ahora una herida fundamental.

De manera análoga, Jaime su hijo, el poeta frustrado, tenía la misma mirada. Su adolescencia se había marchado como aquellos viejos amores, como aquellos poemas echados al olvido en una esquina del cuarto de ‘San Alejo’.

Pero aún en mí, cargo dos puertas que jamás podré olvidar. Angélica huía de una rutina que le era ajena. Sus ojos apagados por los daños y las soledades de quien vive acompañado, presionaron en aquella tristeza inherente a quien lleva una tara en la sangre. Angélica también es poeta.

Tal y como lo expuso Andrew Solomon, “Conocemos la depresión por medio de las metáforas. Emily Dickinson, fue capaz de expresarla en palabras. Goya, en una imagen. El principal objetivo del arte es describir esos estados emblemáticos.”

Como hizo también Edward Hopper, considerado el pintor de la depresión.

Edward Hopper - Morning Sun

Maggie Robbins, poeta y psicoterapeuta describió un episodio depresivo cómo “Estaba cantando Where have all the flowers gone, una y otra vez para tener mi mente ocupada. Cantaba para tapar las cosas que me decía mi cabeza: No eres nada. No eres nadie. Ni siquiera te mereces estar viva. Fue en esa época cuando empecé a pensar seriamente en suicidarme.” Pero en su libro de poesía escribe “Suzy stans before the mirror: sultry, soulful, calm, complete.”

En cambio, la poeta argentina, Alejandra Pizarnik debido a su profunda depresión y baja autoestima, se suicidó a los 36 años, dejando en su poesía el reflejo de su inestabilidad psíquica. “Yo no sé del sol. 
Yo sé la melodía del ángel 
y el sermón caliente 
del último viento. 
Sé gritar hasta el alba 
cuando la muerte se posa desnuda 
en mi sombra. 

Yo lloro debajo de mi nombre. “

Y esto se debe en parte a, como la filosofa y psicóloga Leonor Villaveces comentó, “si es una ‘anormalidad’ puede ser una ‘anormalidad’ que se reivindique tanto y que sea tan maravillosa,  tan creativa y tan llena de posibilidades como lo es cualquier ‘anormalidad’. Porque Son precisamente esas ‘anormalidades’, esas pequeñas excepciones a la regla, estos lugares donde ya no estamos tan seguros, lo que están más allá del límite son los que nos permiten pensarnos la vida de manera distinta”

La depresión como transgresión del orden establecido.

Mientras que el modelo capitalista necesita de sujetos funcionales que produzcan cada vez más y que consuman todo lo que el mercado tiene por ofrecer, existen quienes se resisten.

La socióloga de la universidad Nacional, especialista en Género, Claudia Álvarez, menciona que, “El capitalismo es un sistema económico que se apropia de los cuerpos, a través del trabajo para producir capital. Capital que requiere además unas disposiciones corpo-psico-emocionales por parte de los sujetos. Con el fin de que se involucren en el sistema productivo, con sus aspiraciones: académicas, laborales, productivas, "de superación", de "ser alguien", de "emprendimiento".”

Siguiendo ese orden de ideas, si “la depresión y la ansiedad paralizan” (Andrew Solomon), entonces existen, quienes en su no poder hacer nada, transgreden lo que el sistema les exige. El no poder sentir ni hacer, el no querer ni desear un algo o a algún otro, el enfriar cada articulación y dormir eternidades o morir en la vigilia; es resistencia. El no hacer nada es reaccionario.


Porque sujetos que no hacen nada, no le son útiles al sistema. Porque al no ser vital no se sigue, como expuso Claudia Álvarez, “La idea brillante del capitalismo que es hacer coincidir nuestros sueños con sus expectativas de venta”. Pero como escribió Foucault, “Dónde hay poder, hay resistencia” y aquel otro, que también hace parte de mí, es el gemido adolorido de la libertad. 

domingo, 17 de mayo de 2015

En aquel abismo


Puede que entre sus piernas este esa idea sustancial de saberme finito. Puede que quizá en aquella certeza de fluctuar compenetrados y sin prisa olvide hasta aquella sombra que me persigue. 

Ese día no fue mi intención perder la razón. Mientras me dividía en dos, la vi desnuda. A milímetros y sin dejar de mirarla a los ojos, pasé mi lengua por sus labios. Solo recuerdo su mano precipitarse a mi rostro. Gotas carmesí cayeron al piso. Saboree mi sangre y sus ojos extasiados se dilataron un poco más. Los observe como quien se sabe perdido. La infinitud de esa oscuridad invadió aquel anhelo de ser abismo. 

jueves, 14 de mayo de 2015

senti-pensante

Nombre: Camino al infierno
Pintura por: Márgara Rueda


Entre laberintos, mientras asumo una postura escéptica se vislumbra el temor, la ansiedad, el olor a felicidad. 
Y pensarte, y desearte, y perder el equilibrio... y todo y nada al tiempo, pero contigo. Entre tus muslos, entre los montes, entre el deseo de perderme entre tus blancas y calientes curvas. En la mitad de la noche, donde mueren los gemidos de muchos amantes, donde vive Eros, nace la imagen de tu cuerpo desnudo, y empiezo a sentir como mi corazón se acelera a des-ritmo. Nace el deseo de beberte, fumarte, chupar de tus corrientes el elixir de la vida eterna. Entonces el extasis en mi órgano sentí-pensante, me hace delirar. Tu olor entra por mi nariz, muta en mis pulmones y me eleva. Mis focos eróticos se colocan y yo me vuelvo a perder en tus labios mojados.

Eres fuente de calor y yo éxtasis. Pero no estás, y yo tampoco. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Qué es el amor?

Previamente escribí una entrada sobre que era para mí el amor. Y debo decir que fue algo prematuro. Como lo es ahora. Como lo será mañana. Sin embargo, intentando depurar aquello que podría desviar mi sesgada mirada por  mi poca o basta experiencia en el tema, me alejaré, por los menos de cierta forma, de aquellas apreciaciones demasiado personales.

Para empezar, si somos lo que escuchamos, olemos, vemos, respiramos, comemos, callamos, sentimos, pensamos, amamos, si somos también parte de ese otro que se nos cruza, entonces somos una colcha de retazos que crece en ausencias y en síntomas de una enfermedad incurable. Entonces, 329 encuentros y desencuentros de ti mismo en una otredad, terminan por tejer eso que eres, pero también aquello que jamás podrás ser. Porque el amor y sus diferentes manifestaciones estremecen, como la brisa de diciembre a los árboles en la puerta de oro.

Aún después de 329 encuentros más los des súbitos -impredecibles e imparables- seguir de pie, como aquel árbol ya sin hojas. Seguir de pie, sin pisar cuesta abajo 329 escalones, es un acto de amor
Y todo esto para decir... que el amor es una energía que te mueve aunque no sea compartida.

martes, 12 de mayo de 2015

Huelguista

Si quiero que toques allí donde puedas hacerme sentir que vivo de nuevo, ¿lo harías? Si me acercara a tu boca  respirando pesado y profundo como quien se ahoga en un mar de dudas que te son ajenas, ¿me besarías? Si susurro despacio que de solo pensar tu imagen difusa se llena de palpitaciones aquellas partes que existen solo en lo simbólico, ¿dejarías que aquello que no soy posea tu cuerpo? Si te dijera que en mis noches de soledad, tus suaves y suspensivos gemidos marcan el ritmo de mi cuerpo, ¿harías materia aquel anhelo? Si te dijera que no conozco de razones ni de nuevos comienzos, ¿Te zambullirías en mi cuerpo como quien se sabe extranjero y colono? Si te digo que estoy roto ¿coseríamos heridas y las volveríamos alas? Si te digo hazme libre, ¿abrirías la jaula o te encerrarías conmigo en ella? 

sábado, 9 de mayo de 2015

De espaldas


A mis espaldas esa identidad que corresponde a lo que el inconsciente aclama. Soy ese de espalda ancha y cabello corto que camina con dos identidades. Que es uno y a veces otra. Que se pierde en las dudas y desacuerdos. Ese que entre contradicciones reivindica algo que le ha sido negado. Soy ese sol que a mis espaldas oscurece el camino y la sombra que a veces no me sigue.

A veces soy, otras no tanto.

A veces soy ese que quiere navegar en tus profundidades. Ese otro que se abre paso entre tus piernas y clava como una estaca en tu pecho, las pocas certezas que tiene.  A veces soy ese que mira desde arriba, observa e intenta apreciar la imagen de mi cuerpo en el tuyo. A veces soy solo ese cobarde que huye entre tu oído y susurra palabras sueltas; sin sentido.  A veces, por el contrario sonrío sabiéndome libre de aquel encanto. Y otras tantas me derramé por la mejilla y caí en tu pecho, navegué por tus labios y perdí el aliento. A veces soy aquel enmascarado que juega con las olas que van y se vienen. A veces soy solo a veces y quisieras.

jueves, 7 de mayo de 2015

Día 3

Nombre: Melancolía
Por: Márgara Rueda

Ni toda la luz podría haber iluminado el día. Ni el sol ni las más brillantes estrellas. Menos si caminaba sabiéndome limitada por tener que llegar a un lado que huele a recuerdo.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Mientras te pases por mi cuarto.


Nombre: Mutilada a dónde vas
Por: Márgara Rueda

Bestia indomita, desnuda y sin cabeza te posas por mi cuarto. Me invitas a absorberte la piel y débil caigo en tus pesares. Así, suave, me voy resbalando por ti sin poder detenerme. Deslizándome por tus muslos sin tener de donde agarrarme. Aún con mis uñas clavándose en tu carne no me sostengo. Entre gemidos me aferro a tu desnudez, pero mis labios se secan en el vaivén de tu vientre. Te respiro y de mí nacen las auroras, las estrellas y ese liquido precioso que es llanto y vida. 

martes, 5 de mayo de 2015

¿Puedo?

Pintura: Entre la paz y la perdida. Por: Márgara Rueda
     A propósito de "Puedo", pinto y escribo lo que es mi apreciación del día. Entre nubarrones grises, respondo: ya no puedo. Ya no puedo acercarme a tu cuerpo y respirarlo sabiéndote mortal. Ya no sé si rozar la piel es intoxicar el ayer y fragmentar el hoy en un mundo sin atardeceres.
     Así que ya no puedo tocar "tu lóbulo con mis labios, ni tu nuca con mi lengua", pero quizá en la ausencia y en "la insoportable levedad del ser" te encuentre por andar "Jugando con las metáforas".
     Quizá reconozca en ti aquella idea de libertad que persigo o quizá solo ese cuerpo fragmentado o la mutilada imagen de un pasado continuo e inconsciente. O quizá solo seas la palabra ausente que colecciona sueños y pesadillas.
     Mientras tanto el tiempo pasa, las palabras liberan y se estacionan sueños mojados.




1. Burdel poético. (2013). Leído al oído . Bogotá, Colombia.
2. Milan Kundera. (2008). La insoportable levedad del ser. Barcelona, España. Tusquets editores.

a propósito del bucle en el tiempo.


"Quien busque al infinito, que cierre los ojos."Milan Kundera


En la oscuridad. En aquel todo profundo y agónico, me vi reflejado, caminando sin mirar por un presente conocido que es recurrente como las manecillas del reloj. Con mis dedos fríos y con mis sueños libres recorrí heridas y certezas en las comisuras de su cuerpo. Me balanceé en un pequeño columpio y pude ver la belleza del mundo gris. En aquel momento no sentí miedo por no tener qué decir. No tuve ni tenía que decir nada. Sus labios presionaron aquellos puntos de inflexión con los que todavía convivo. Y me vi caer en esa embriaguez dionisíaca que mantiene a los artistas vivos y ausentes. ¿Por qué siempre me veo? ¡Por qué! Porque cada acto se repite en mi cabeza una y otra vez con distinto orden de detalles. Sin embargo, cuando la veo, la veo inerte en el tiempo. Como si aquel demonio nunca la hubiese cambiado. Como si nunca la hubiésemos conocido. Como si su imagen nos hubiese sido ausente y lejana. Como un bucle en el tiempo. 
 " · 

jueves, 30 de abril de 2015

Todo daba vueltas

En pocas palabras. Nos vi caer. Reflejadas en aquel espejo; dos egos haciendo eco. Nos vi caer y te veías ajena. Te miraba a los ojos y todo daba vueltas. volando por las nubes de una reminiscencia, nos vi caer y morir y te veías ajena. Nos vi caer y todo daba vueltas.
Nos vi en el espejo, con ojos claros y un mismo rostro. ¡Y nos vi caer!


martes, 28 de abril de 2015

Dicen

Dicen que la vida es eso que pasa cuando llegas tarde y el amor se ha marchado. Dicen que el amor está lleno de lugares comunes para que seamos capaces de reconocerlo. Dicen por allí que el mundo es estrecho cuando te estás ahogando. Dicen que no tienes límites cuando ya no hay qué perder.  Y yo, me marché sin límites y tú, llegaste tarde.

lunes, 27 de abril de 2015

La realidad oculta de aquellos que no tienen voz

Cuando aún no eres. Cuando germinas como una semilla y vas creciendo a la espera de esa señal que haga crecer el capullo, o que se encoja. Esa señal que dirá el género que te será asignado no llega; es porque se anticipa una tragedia. Así que ese momento en que tu madre hace fuerza por traerte a la vida, en una sala llena de médicos binarios que esperan esa verdad que emanan los genitales, se convierte en ese primer instante de un mundo que desde ya te ha dado la espalda. El doctor dice “es una niña” y se sentencian las muñecas, lo rosado, los vestidos y todas esas cosas que te serán ajenas. Luego, entre los 3 y 5 años, cuando tienes tu primera conciencia del otro y de sus particularidades y estás listo para asumir tu género cultural, tu padre te enseña que eres mujer. Esa sería la primera bofetada de la vida, pero vendrán más. 

Es allí entonces cuando el mundo se vuelve angosto, cuando dejas de sentirte parte de él porque te sientes encerrado en un cuerpo que no deseas, que no es tuyo, que te ha sido impuesto con una cantidad de normatividades que limitan tu actuar. Es cuando no ves hermanos ni amigos en medio del panóptico que otros llaman “vida”. Así que te ves en medio de la frontera de lo que eres y niegas, y de lo que no eres y vives.

Pasan los años y empiezas a abrirte al mundo como ese capullo gris que no encuentra luz. Pero te das cuenta que no estás solo; que hay otros. Que hay quienes luchan por tus derechos que deberían ser inherentes a ti, pero que en la práctica no lo son. Ves la luz al final del túnel. Corres a ella con la desesperación de quien se ha estado ahogando en un vaso de agua. Te estrellas contra una puerta que tiene clave porque a nadie le importas. Ni a los médicos, ni a los abogados, ni a los que hacen diplomacia, ni a los que dicen hablar por tus derechos. Porque tu peor error es haber sido etiquetado en la minoría de la minoría. Porque según las estadísticas de la Gobernación del Atlántico del 76% de 794 personas es homosexual, solo el 15% es parte de la población trans. 

De esta forma se sigue con las prohibiciones. Los que se supone que luchan por tus derechos te dejan a un lado por ser minoría. Permiten que te sigan llamando “enfermo”, que sigas siendo excluido y bajo el nombre de la homonormatividad invisibilizan tu lucha. Pero allí no termina todo, pues te sigues sintiendo extraño en tu cuerpo y aunque en ti ya no haya dudas, tienes que demostrar que eres apto para un cambio drástico. Es precisamente allí donde empieza esa larga batalla a la que has sido condenado al momento de ser concebido. “El primer paso”, como si ya no llevaras una larga maratón, es darte cuenta que para poder aspirar a un cambio de sexo por medio de una EPS, necesitas permiso de un psiquiatra, que te dirá que eres un enfermo porque “sufres” de disforia de género. Que además, aún con el "permiso", tendrás que enfrentarte con las barreras legales que no legitiman tu identidad; que probablemente necesitas una tutela para que te proporcionen lo que necesitas para cumplir tu sueño más grande, que es vestir con la ropa que ha sido categorizada como inherente al sexo “opuesto”. Todo esto, aunque lo consigas, quizá nunca te proporcione trabajo. Quizá ni siquiera alcances a terminar el colegio porque para el mundo solo puedes aspirar a ser “puta o peluquera”. Y por el otro lado, si superas las estadísticas en contra y llegas a la universidad, esa dicotomía en la que has vivido desde el inicio de tu vida te empuja a desertar porque no te sientes parte de ninguna estructura social. 

Pero aun así, habiendo terminado el título o no, seguramente nunca te contraten. Tal vez te toque trabajar de manera independiente, así que tampoco pertenecerás a una EPS ni cotizarás para pensión (El 24% según la Gobernación del Atlántico no está afiliado), de manera que solo te quedará tiempo para luchar por el pan de cada día, no para empoderarte. Así te condenan a ser invisible en un país que también es tuyo. Un país que hace posible que el orden establecido no sea reestructurado, pues por medio de la poca cobertura en educación y con todos los frenos que existen para ese otro de estrato bajo no se supere, tú, ese, con diversidad de género, llevas la peor parte. 

Mientras la constitución dice que existen unos derechos innegociables como el derecho a la vida digna, a la educación, a la salud y a la seguridad social, el 48% de las personas como tú es mal atendida en los centros médicos solo por su diversidad sexual y de género. Además, por ser diferente el mundo te violenta y te obliga a aceptar esa violencia, produciendo una naturalización de la discriminación bajo la justificación de la cultura machista en la que estás inmerso. Por lo tanto, a pesar de que en un 70% de ese 15% de 794 dice “sufrir de una discriminación diaria, recurrente y sistematizada que no le permite el desarrollo integral como ciudadano”, y un 62% señala haber sido víctima de agresión, quizá para ti ya es normal. Sin embargo, aunque consigas el cuerpo que anhelas y el nombre que reclamas, aún tendrás que dar explicaciones de tu existencia y tendrás que exponerte al dolor del discurso y de todos los estereotipos de género. 
No obstante todo lo anterior, si de antemano no luchas y te dejas vencer, puede ser peor. Vivir siempre como extranjero en tu propio cuerpo, casa, región, país, continente, planeta, galaxia y universo, desembocaría en que eventualmente serán otros quienes hablen por ti, aunque no te reconozcan, aunque no legitimen tu existencia. Habrá otro que en nombre de tus derechos gane dinero creando políticas para esa minoría LGBT que te niega, se crearán leyes igualitarias entre homosexuales y heterosexuales, pero no para ti quien se ha dejado vencer por el status quo, por la sociedad excluyente y por ti mismo que te has abandonado.

lunes, 20 de abril de 2015

Sobre suelo mojado

Pero yo fui subiendo, respirándole, dejándome fluir por sus pulmones, por sus labios, por su cuerpo expuesto. Vi el tiempo pasar a través de sus ojos. acaricié su alma llena de humo. Caminé por suelo mojado, con cuidado y sabiéndome finita, De repente, una gota potencialmente peligrosa y trágica se precipitó a mi cuerpo. Me volvió fiera y fugaz. Así que como pistas,  lloví dudas por su cuello. Con tropiezos planté deseos y soledades. Y volé en un suspiro la infinidad de su ser. Como muñeca rota, miré al vacío. Sus labios carnosos florecieron y presionaron infinitas veces contra mí. Me agarró desprevenida, buscando un salto y sin rumbo fijo. Me extasió su voz vital, sus palabras penetrantes y el platónico deseo de colisionar su sustancia con la mía.
Cada rocé podría ser una caricia del viento, o el calor que recorre mis mejillas. Pero eres la bestia indómita  que pone a prueba mi paciencia y  fragilidad. O quizá yo soy ese demonio enfrentado a la soledad de un cuarto oscuro, sintiéndote majestuosa, pero lejana, 

jueves, 16 de abril de 2015

La bisagra

Etérea mujer, no perteneces a la tierra de indolentes y falsos virtuosos. Naciste para ser llevada a la luna en un suspiro afrodisíaco. Para ir y volver exhausta, deseando ser eterna en ese vaivén de cuerpos celestes.  Naciste para venir y correr estrellas con una sola mirada de aquel demonio que te ronda. Demonio que con silencios elocuentes penetra el recuerdo de tu inocencia.

Etérea mujer, quizá yo soy ese demonio. ¿Me sientes? yo te siento, mientras gravito a tu alrededor como aquella sustancia que supera las fuerzas de un cuerpo rígido. Podría ser ese tronco rígido que sucumbe ante ti, o quizá podrías tú ceder. Quizá podrías abandonarte y perderte; perdernos. Perdernos en el va y ven de las olas. Volar y callar, gemir y abrazar las temperaturas del cuarto estado de la materia, para después conducirme por tu cuerpo sin equilibrio electromagnético. Despojando certezas abandonados al vicio y segregando dudas con movimientos libres. Fluctuando como un par de electrones que comparten un momento angular intrínseco. Siendo dos en la frontera de un mismo ser. 

domingo, 5 de abril de 2015

El mundo más allá del tiempo

Pintura:  El mundo más allá del tiempo de Márgara Rueda

Respirar los pesaras del tiempo
entre pincelazos profundos que rebelan pasiones ocultas
                                                    libertades negadas 




lunes, 23 de marzo de 2015

Las aventuras de un domingo a solas.

Sumergida en ese mundo de puertas
cerrojos
armarios
las horas corrían veloces 
lejos de mí.

Las horas
pintaron 
lo que yo llamo:
la historia de una frontera




Name: Gaitan y Carlos Pizarro.
By: Márgara Rueda
Size: 75x51

Name: Chaplin
By: Márgara Rueda
Size: 75x51


domingo, 22 de marzo de 2015

Hitler, el artista



Un cuadro de Hitler hecho por mí. Hitler, el artista. El que deseaba ser pintor... El que tenía técnica pero no creatividad. El joven virtuoso; no el adulto corrupto -del latín "corruptus", que significa "corazón roto"-. Hitler, el que fue rechazado dos veces por Bellas Artes. Hitler, el que pudo ser y nunca será.