lunes, 6 de enero de 2014

No son palabras sueltas

A veces siento que camino por un sendero opuesto. Que las estrellas me guían a algún infierno, a un infierno donde quizá no estés. A veces siento que las nubes grises no existen, aunque pueda sentir los truenos golpeando contra mi pecho. A veces siento que la realidad es el espejismo que cosechamos en nuestro ser para soportar la existencia. O la no existencia. Por esto, suponiendo que existimos, que aun queda porqué existir, que aun quiero existir, ¿Querrías existir a mi lado?. No es un pregunta sencilla, lo sé. Que el futuro es un incierto, que solo permanecemos en un eterno presente, pero en el fondo de tu alma, de la mía, encontrarías la respuesta. Porque, aunque yo no sepa cuando tenga de vida ni si ya vivo las últimas horas de mi ligera existencia, mi alma - quizá - podría rondarte.  Por ello, no hay nada suelto ni banal en mis palabras. No es absurdo pensar que mi alma se ate a la tuya después de que mis ojos se cierren para siempre, porque tu luz aun en vida ilumina mis días, más que el sol que baña de rojo mis mejillas. Amor, por eso entenderás que para mí las horas se hagan tan largas cuando no estás, cuando no te siento, cuando no me hablas. Ya lo ves, por eso te extraño siempre aunque me digas que me amas, aunque me mandes miles de besos, aunque nuestras noches estén bañadas de miel, aunque estés a mi lado, aunque me beses cada parte de mí, aunque acaricies mi alma con susurros. Porque nunca es suficiente, siempre puedo tener y querer más de ti. Porque una como tú, porque alguien como tú, porque tú llenas mis escritos de magia. 

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