Una y otra vez me pregunto, ¿Qué es el amor?, y dependiendo del día, del estado de animo, de mis ganas de ser sincera, tengo diferentes respuestas. Para empezar, hoy estoy como en pena. Sí, en pena. Es como cuando no sabes qué esperas, pero esperas y no saber qué más hacer que esperar. Esperar lo que sea. Estoy alerta. Esperando el golpe. Cualquier tipo de golpe.
Por esa razón hoy el amor me parece una ruleta rusa. A veces se tiene suerte, a veces no. A veces la bala está en la primera, otras en la segunda. Pero eso si, hay que tener claro que si se juega demasiado, se puede salir perdiendo, porque del amor solo hay una escapatoria: la muerte. La muerte del amor, por ejemplo, o la muerte de algunos de los jugadores de la ruleta rusa.
En fin, no sé nada. Hoy me levanté un poco escéptica. Pero si antes el amor me parecía el destino, hoy me parece el fin. El fin de todo, el Apocalipsis mismo. Es que el amor es la corrupción del yo. Nos perdemos tanto en sus sensaciones, en los placeres que brinda, que dejamos de ser.
Yo hoy no soy, nada tengo, me he quedado en la pobreza absoluta. La pobreza del alma, quiero decir. Me he quedado vacía y sin gracia. Me ha chupado un vampiro mi savia. Me ha dejado seca y pálida.
Ahora las horas, pasan lento. Ha perdido el sentido. Vivir o no vivir, esa es la cuestión.
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