Un osito perdido en el bosque. Respiraba profundo, caminaba a paso lento, asustado, triste. Subió a un árbol buscando encontrarse, y se perdió en un hermoso atardecer. Al ver el horizonte olvido su tristeza. "Si es el final, que sea. Sino será, respirar profundo, observar el cielo y encontrar respuestas" decía su padre. El osito recordó la razón por la que el bosque se lo tragó. Bajo del árbol que se convirtió en almo. El osito sonrió y la noche llegó. Su pequeño corazón por fin latió.
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