sábado, 13 de octubre de 2012

¿Cómo un discurso justifica el orden establecido y cómo cambiar aquel orden?

Partiendo de que “el lenguaje es el instrumento del poder” para justificar una acción, se puede inferir que por medio de un discurso se llega el poder, pero también es el discurso mismo el poder. En el sentido de que con el se perpetúan las representaciones que posibilitan o obstaculizan la comunicación. Es decir, que para poder cambiar el “orden establecido” es necesario desmitificar primero. Puesto que, las significaciones, imaginarios y representaciones sociales son los que alienan y que imponen el consumo en masa de aquellos bienes, aparentemente, culturales que los hacen cada vez más ricos. En otras palabras, para acabar con el sistema, es necesario acabar con la sumisión del discurso, y así, en primera instancia, se podrá contraponer, y en algún momento desaparecer, la ideología capitalista que no permite la autonomía del pueblo.

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