Mis pasiones son nada, si no vienen de ti.
Mí avaricia es el acaparamiento de tus labios,
Mí pecado de saberte mía y sentirte, aún, lejana.
Mis sueños son mentira, si no eres tú quien me derrota.
Soy cobarde, amor mío, por saberme poca cosa, y aun así no poder dejarte ir.
Soy cruel, amor mío, por hacerte sufrir y deleitarme de ello.
Soy sabia, amor mío, por recorrer tus raíces y hacerte vivir.
Soy mendigo del cielo, por arrodillarme - siempre - a tus deseos.
Soy deseo y soy cielo, cuando tu cuerpo es calor contra el mío.
Soy raíz y soy lejano, cuando tu corazón está ausente.
Soy dientes y soy conciencia, cuando muerdo tu alma y te hago desfallecer.
Soy muerte y soy vida, cuando te veo partir y puedo respirar.
Soy metal ante el mundo y solo ardo ante ti.
Soy aguas, cuando me haces tuyo y cuando me humedece tu llanto.
Soy eternidad y espacio, cuando el universo de tu voluntad me elige una y otra vez.
Soy sucio, cuando me dejo llevar y venir de y en ti, amor mío.
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