domingo, 21 de octubre de 2012

Más muerte

Nada me asusta más que perderte de vista, tengo miedo de que en verdad tu existencia sea una ocurrencia de mi inconsciente. Otras veces tengo miedo de que te marches y la muerte te llegue de improvisto. La verdad es que mi deseo de morir a tu lado, me supera. Esas ganas de ver tu mirada justo antes de morir me hostiga, me impacienta, me encanta. Muchos se preguntaran por qué pienso tanto en la muerte, y la respuesta es que la muerta es la única certeza que tengo en mi vida. Es decir, de todo puedo escapar menos de sus lazos que abrazan y asfixian. Sin embargo, si me preguntan si yo temo a mi muerte, no podría responderles, puesto que siempre me encuentro entre una disyuntiva. No sé si le temo más a mi muerto, o a la muerte de aquellos que si merecen vivir. Es que yo soy una insignificante criatura, que no hace más nada que dudar de todo. Yo amigos que no conozco aun, no merezco vivir. Por eso prefiero, que vivas tú, que sientes con cada partícula de tu piel. Que vivas tú que aun crees en la belleza de la vida, por que yo solo creo en la belleza de una muerte al mejor estilo del romanticismo. Yo si que imagino muriendo en los brazos de mi amor, sus lagrimas precipitándose a mi rostro, con violencia. Sus manos frías rozando mis mejillas, gritándole al cielo que le de un poco más de tiempo para seguir intentando devolver en mi las ganas de vivir, y yo pidiendo con desesperación un último beso, mientras me desangro.

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