domingo, 14 de octubre de 2012

Las aventuras de Sor Margareth (continuara)

PERSONAJES

Doña Sonny, madre de Sor Margareth
J. Katherine, hermana de Sor Margareth (Villana)
Don Jaime Antonio, padre de  Katherine y Sor Margareth (Villano)
G. Elisa, Confidente de Sor Margareth
Juana, la amiga imaginaria de Sor Margareth.


La escena es en el castillo Alberbla. 



ACTO PRIMERO

ESCENA PRIMERA

J. Katherine, Sor Margareth

SOR MARGARETH (Con un libro en la mano). Intento concentrarme, pero no puedo. Es complicado si tienes la música a todo volumen. Podrías tú, querida hermana, tener la gentileza de bajar el volumen. Supongo que si, así que me marcho. 

J. KATHERINE. ¿Quieres saber lo que pienso? Pienso que no bajare el volumen, porque así tú lo quieras. Deberías de tener tú, la gentileza de respetar mí espacio. Además con qué descaro vienes a pedir que baje el volumen de la música, si yo debo soportar el silencio de tu cuarto. Yo simplemente no puedo, las ganas de molestar tu vida, y de fastidiar tu espacio me son insoportables. Así que por favor, deja que haga catarsis con la música a todo volumen. 

SOR MARGARETH. Pero si haz pasado toda la mañana entrando y saliendo de mí cuarto con cualquier excusa solo para interrumpir mis pocos instantes de paz. Le pido a Dios y a Lucifer que te alejen de mi cuarto solo por una hora, y qué recibo a cambio de esos engreídos, NADA. Y cómo maldigo que mis peticiones no hayan sido escuchadas, recibo a cambio tus imprudencias manifestadas en el volumen de la música que escuchas. 

J. KATHERINE. Pero si a ti te agrada mí música, ¿Cuál es el problema?

SOR MARGARETH. El problema eres tú, ahora mismo, no me agradas. 

J. KATHERINE. Sal de mi cuarto "MALDITA LISIADA"  



ESCENA II

Sor Margareth, Juana


JUANA. Creo que no debiste, tienes que conservar la cordura. 

SOR MARGARETH (ALTERADA). Me lo dices tú, culpable de mis desdichas. Eres tú quien me ha recordado que me molesta el ruido, yo ni me había dado cuenta. 

JUANA. Culpa tuya entonces, nadie te aconsejo que fueras a buscar lo que no se te ha perdido. El problema es tu imposibilidad de aceptar al otro. 

SOR MARGARETH. Cállate que por ti soy una alienada, calla antes de que decida revelarte. 

JUANA. Bien vendría que nos encerraran, así veríamos cuánto soportarías tu tan anhelado encierro. 



ESCENA III

J. Katherine, Doña Sonny


DOÑA SONNY. ¿Qué sucede ahora? ¿Por qué pelean de nuevo? No pueden tener ni un día de paz, yo no tuve en mi vientre una perra y una gata. 

J. KATHERINE. ¡No estoy tan segura de ello! JA JA JA JA. 

DOÑA SONNY. Yo soy tu santa madre, y por el amor que sé que me tienes haz caso omiso de cualquier cosa que te haya molestado de Margareth, ella es una pecadora injusta y en cambio tu eres centrada. Confío en que harás caso de mis suplicas mí adorada hija. 

J. KATHERINE (Abraza a su madre). Lo que tú desees madre mía, no será difícil ignorarla. JA JA JA.



ESCENA IV

Doña Sonny, Don Jaime Antonio


DOÑA SONNY. Tú y tus inventos. Allá está Margareth leyendo los libros que le regalaste, y J. Katherine con el volumen del televisor, que tu querido le haz comprado, al máximo. No sé por qué ellas reciben regalos de tu parte y yo tengo que pagar los platos rotos. 

DON JAIME ANTONIO. Eres una exagerada, solo son unas crías. De todo tienes que hacer un lío. Estoy ocupado, ¿No ves que tengo trabajo? Mejor lee tus libros de Corín Tellado. (Ríe)



ACTO SEGUNDO

ESCENA PRIMERA

Sor Margareth, Don Jaime Antonio



SOR MARGARETH (Toca la puerta, TOC TOC). ¿Puedo entrar?

DON JAIME ANTONIO. Pasa hija mía. 

SOR MARGARETH. Padre, tú sabes que lo que menos quiero en la vida es molestarte.

DON JAIME ANTONIO. Lo sé hija, continua. 

SOR MARGARETH. Padre, tú que desde pequeña me haz criado a tu imagen y semejanza, tú que haz sido el dueño de mías alegrías y mis más grandes penas, ¿Podrías hacer la caridad de hacer un favor a tu tan querida primogénita? 

DON JAIME ANTONIO. Depende

SOR MARGARETH. ¡Oh padre! Tú que todo lo puedes. Tú que tienes un carro que parece el arca de Noe, ¿Puedes ir a buscar provisiones antes que se caiga el cielo?

DON JAIME ANTONIO. Hija de mi sangre, yo que soy tu padre, yo que casi te he parido, tengo que decirte que NO, por varías razones. Una de Ellas es que el cielo ya esta cayendo. No entiendo por qué, demonios, siempre esperan tú y tu madre hasta el último momento para salir con sus ocurrencias. Segundo, qué puede ser tan importante. 

SOR MARGARETH. Padre, me apena demasiado tener que contarte mis penas, pero no puedo callar por más tiempo. Es imposible guardar este secreto, no sé puede ocultar el sol con un dedo. (Le salen lagrimas de los ojos). Padre soy mujer. (Rompe a llorar)

DON JAIME ANTONIO. ¿En serio? ¡No lo puedo creer! (Ríe)

SOR MARGARETH. Padre mío, no te burles de mi por favor, te lo ruego. Soy una mujer, y necesito de ciertas herramientas cuando estoy en mis días, por favor apiádate de mi. No es mi culpa haber nacido mujer. 

DON JAIME ANTONIO. ¡Tampoco la mía!

SOR MARGARETH. Padre, tú de formas que no quiero pensar, introdujiste tu semilla en mi madre. Eres tan culpable como ella, tan culpable como Dios, de que yo sea mujer. Yo por culpa de la mal hecha de Eva, debo tener que sufrir cada 28 días, en el mejor de los casos, de una situación de la cual no me siento orgullosa. Mis partes intimas parecen una escena del crimen por culpa de esa maldita. 

DON JAIME ANTONIO. En ese caso, reza a tu Dios, que baje a una droguería y compre tus neceseres. 


FIN (Por ahora)





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