sábado, 16 de noviembre de 2013

Drácula a través del tiempo

Para empezar, Drácula es la combinación de mitos y realidades de la edad media. El resultado del desconocimiento de algunas enfermedades y de la realidad de un conde despiadado que empalaba gente alrededor de su castillo, también conocido como Vlad Tepes, Vlad Draculea y o Vlad el empalador. Pero fue hasta 1897 que el escritor, Bram Stoker, publicó la historia del conde, obviamente con algunas variaciones.
En 1922 apareció la primera película, Nosferatu, dirigida por F. W. Murnau. Aquí se representaba al vampiro como un ser repugnante, monstruoso, una criatura abominable y para nada atractiva. Hasta nueve años después, vuelve el conde al cine; Drácula (1931). Está película, dirigida por Tod Browning, la primera sonora del conde, fue grabada en dos idiomas (Español e inglés) al tiempo. En estas películas la representación de Drácula ya era distinta. Sin embargo, seguían las mismas limitaciones de la época, la sexualidad era reprimida, entonces representar una mordida de vampiro en el cuello era algo totalmente impensable. Además las actuaciones eran exageradas, como en el teatro. 
Por otro lado, no sólo existen diferencias físicas entre un Drácula y otro, sino que también existen diferencias en la forma en que han abordado el tema. En unas Drácula no solo es el villano, sino que también se dramatiza como la víctima de las circunstancias. En un principio ninguna película explicaba cómo el conde había llegado a convertirse en un monstruo. Claro que esto responde también a que sólo una película ha sido la física representación del libro. Por otro lado, también se debe a los imaginarios que emparentan la fealdad física con la maldad. Además de ser un recurso para asustar al público, y en otras para ridiculizar al conde. De todas formas, si hay algo notable en las películas es que a través del tiempo la época ha definido las pautas, la escenografía, los vestidos, la luz, y las cualidades de los personajes. Pues Drácula en todas sus adaptaciones es una fiel muestra de las costumbres, valores y limitaciones de su propio tiempo. 
Esto cambia en el año 1992, con la adaptación más fiel del libro, Drácula. En esta adaptación señalan desde el principio el origen del monstruo, algo que logró que existiera una especie de compasión por él y que se llegara a justificar, de cierta forma, su proceder. Al fin de cuentas, nada hubiera pasado si él no se ve en la situación de encontrar después de la guerra que su amada se ha suicidado por haberlo creído muerto. Lo que es notablemente el detonante de la furia y de su posterior venganza. Otra cosa notable en esta película es que ya se marcan los paradigmas sexuales alrededor de un vampiro. Cuando el conde va a buscar a Mina, la reencarnación de su amada, se representa como un ser atractivo y bastante sexual. Por otro lado, si hay algo característico en esta adaptación es la erotización del dolor. Durante toda la película siempre que Drácula mordía a una chica, está sentía placer, ya el placer y el dolor son representados como parientes cercanos. Algo propio de los años noventa, pues ya no existían limitaciones morales que frustraran aquella representación sexual de Tánatos y Eros. 
En conclusión, todas las adaptaciones están limitadas por las circunstancias de una época, no sólo por lo que se considera o no moral, sino también por lo que cada época demanda. En el sentido de que estamos en una era mucho más abierta sexualmente, por lo tanto se hace posible así caracterizar al conde y su historia.

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