domingo, 29 de diciembre de 2013

Divagando

El latir de la utopía en la utopía. Todo en su lugar en su perfecto lugar. Lunares y estrellas entre yo y ella. La lentitud de mi conciente nunca termina de sorprenderme. Mi pobre subconscientre trabaja el doble y este lo disfruta. Todo depende de su aleatoridad,sus puertas desordenadas y oscuras. Puertas que aun en su ausencia siguen abiertas. Razón por la cual, en mis sueños se devela el deseo de poseerla y hacerla materia en mi cama. Mientras 1ue en la vigilia la pienso, de madrugada, cuando solo esta su recuerdo y las botellasde libido vacias, desde que no esta.

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